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Los alimentos ricos en vitamina E alargan y mejoran la calidad de vida

Una ambiciosa investigación demuestra que una dieta rica en aceite de oliva virgen extra, pescado azul, verduras, frutos secos, huevos o cereales integrales previene la aparición de enfermedades.

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A pesar de que la esperanza de vida ha ido aumentando paulatinamente, sobre todo en los países con más recursos, enfermamos más o menos a la misma edad. Por ello, es importante adoptar unos hábitos de vida saludables que nos permitan retrasar lo máximo posible la aparición de enfermedades. Y la vitamina E, en el marco de una dieta equilibrada con presencia de alimentos ricos en otras vitaminas y antioxidantes, ha demostrado ser una gran aliada.

Al menos, eso es lo que se desprende del trabajo de investigación llevado a cabo por expertos del grupo de investigación Nutrigenómica y Síndrome Metabólico del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y del CIBER OBN de Madrid, que ha logrado demostrar que una dieta rica en aceite de oliva virgen extra, pescado azul, verduras, frutos secos, huevos o cereales integrales, entre otros, previene la aparición de enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento como las cardiovasculares, la diabetes, el cáncer y enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

“El patrón de alimentación saludable se debe de acompañar de la realización de ejercicio físico diario, adaptado a la capacidad de cada persona, respetar las horas de sueño, minimizar las situaciones de estrés, y abandonar el hábito tabáquico“, explica el doctor Pablo Pérez, catedrático de Medicina de la Universidad de Córdoba y especialista en Medicina Interna en el Hospital Universitario Reina Sofía, en una información compartida por la Fundación Descubre.

Telómeros y marcadores de estrés oxidativo

El estudio, publicado en la revista 'The Journals of Gerontology', analiza el patrón de alimentación de más de 1.000 pacientes, mediante cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos, y se ha calculado la ingesta de varios nutrientes, vitaminas y minerales. A continuación y a partir de muestras de sangre, se ha extraído el material genético de todos los pacientes y, se ha determinado la longitud de los telómeros y ciertos marcadores del estrés oxidativo.

“Hemos observado que conforme aumenta el consumo de vitamina E diaria, aumenta la longitud de los telómeros, lo cual va a favorecer que nuestro material genético se degrade de forma más lenta y por ende se retrase nuestro envejecimiento”, asegura Andreea Corina, nutricionista del IMIBIC. Por ello, no consumir las cantidades mínimas recomendadas de vitamina E generaría un funcionamiento anormal de la célula y un envejecimiento acelerad, algo que puede evitarse si se siguen las recomendaciones basadas en la dieta mediterránea.