Deporte y Vida

ADICCIONES

‘Vamping’: el fenómeno que convierte a los jóvenes (y no tan jóvenes) en ‘phonebies’

La adicción a las nuevas tecnologías está provocando un uso desmesurado de los dispositivos electrónicos que es muy difícil de atajar y supone ya un verdadero problema para la salud de los usuarios.

0
vamping, adicciones, phonebies, salud, smartphone, tablet
as.com

La irrupción de las nuevas tecnologías, y su continua actualización, ha supuesto un gran avance a muchos niveles en la vida cotidiana de las personas pero, parafraseando al genio Stan Lee, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y ahí precisamente es donde radica el problema. Que no somos responsables. Al menos en lo que al uso de los dispositivos electrónico y digitales se refiere, que están por todas partes.

Raro es el hogar en el que no convivan smartphones, tablets y ordenadores. Y más raro todavía es que se haga un uso comedido de todos ellos. Por eso, desde hace unos años estamos asistiendo a un fenómeno denominado ‘vamping’ (vampire + texting) que consiste en el uso nocturno, principalmente de teléfonos móviles, por parte de los usuarios, que anteponen su adicción tecnológica a aspectos vitales como el descanso.

Graves problemas para la salud

El ‘vamping’ surgió como un fenómeno adolescente, pero lo cierto es que hoy en día es perfectamente aplicable tanto a jóvenes como a adultos, que acaban por convertirse en verdaderos ‘phonbies’, otra etiqueta que surge de la unión de phone y zombies, acuñada para definir precisamente lo que podría considerarse ya como una patología, una verdadera enfermedad social, que afecta al individuo y a su salud. Y es que el ‘vamping’ puede conllevar una serie de problemas que pueden necesitar incluso de una intervención a nivel psicológico si el sujeto no es capaz de ejercer un mínimo autocontrol:

· Trastornos del sueño.

· Adicción.

· Depresión.

· Problemas de visión.

· Alteración del metabolismo.

· Descenso del rendimiento escolar y laboral.

· Problemas de concentración.

· Cansancio.

· Malestar.

· Aumento de la irritabilidad.

· Ansiedad.

· Aislamiento social.

· Nerviosismo.