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Bronquiolitis: el azote de los niños menores de dos años y el terror de los padres

Con la llegada del invierno y el descenso general de las temperaturas, se produce un repunte de los casos de bronquiolitis, la primera causa de hospitalización en niños menores de un año.

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La bronquiolitis es la primera causa de hospitalización en niños menores de un año y un verdadero quebradero de cabeza para los padres, que deben estar especialmente alerta en los meses comprendidos entre diciembre y marzo, cuando su incidencia es mayor. La bronquiolitis está causada principalmente por el virus sincitial respiratorio (VRS), que inflama las vías respiratorias inferiores y se traduce en dificultad para respirar.

"Llamaremos bronquiolitis al primer episodio de ‘sibilancias’ (ruido respiratorio característico a la auscultación) que ocurre en el niño menor de dos años que en los 3-4 días previos ha presentado tos, mocos, apnea, apatía, rechazo de las tomas, respiración sibilante, retracciones (hundimiento) de la pared torácica, respiración rápida y estornudos, asociados o no a fiebre”, asegura María José Lirola, pediatra del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla.

Pero hay que tener en cuenta se trata de una sintomatología muy similar a la de cualquier otra patología respiratoria, por lo que es básico acudir al pediatra para que sea él quien valore los síntomas y diagnostique correctamente ya que es posible que sea necesario hacer un estudio de las secreciones respiratorias del niño para la detección del virus, que se transmite por el contacto con las secreciones respiratorias de las personas infectadas o con superficies u objetos contaminados por las mismas.

Tratamiento de la bronquiolitis

El tratamiento de la bronquiolitis es meramente sintomático, ya que "el uso de fármacos, tales como antibióticos, corticoides o broncodilatadores, no se ha demostrado útil en su tratamiento ni que evite la progresión de la enfermedad”.

“Con una hidratación adecuada, siendo con frecuencia necesario fraccionar las tomas, una higiene de vías respiratorias altas y un mantenimiento de una postura semiincorporada, la mayoría de los pequeños podrá manejarse de forma domiciliaria, aunque aquellos que no se alimenten bien y que presenten un aumento del trabajo respiratorio necesitarán hospitalización”, concluye María José Lirola.