El vino caliente es una bebida que se toma en gran parte de Europa en invierno, una manera de calentarse sobre todo en la calle. Especialmente típico de los mercadillos navideños, te vamos a contar hoy cómo hacer tu propio vino caliente para estos días de fiestas.

Necesitarás por supuesto vino, algún endulzante como la miel, el almíbar o azúcar; y distintas especias para añadir cierto toque de picor. Lo ideal es prepararlo a fuego lento y agregar poco a poco todos los ingredientes para que se mezclen bien todos los ingredientes.

Cómo hacer el vino caliente

Es muy sencillo. Primero elige el vino, el que quieras. Si te gustan más fuertes, con más sabor a madera, perfecto. Si te gustan más jóvenes, también. Es tu bebida, así que lo que veas. Una vez tengas el vino elegido.

Es importante que el vino no llegue a hervir, perdería propiedades. Por lo que el fuego hay que vigilarlo bastante.

Los cítricos juegan un papel clave en esta receta. Lima, naranja, limón... al gusto. Haz trocitos, tipo gajos, y añade poco a poco. Hay quien echa también manzana.

El jengibre es también un ingrediente muy utilizado. Perfecto para suavizar la garganta, con el vino marida muy bien. No eches demasiado por lo intenso que es.

Con una taza pequeña de azúcar será suficiente para endulzar esta bebida que, obviamente, no es para todos los días. Al echar el azúcar hay que mover de vez cuando todo para que se disuelva bien.

Las especias darán el toque final a esta sencilla receta: canela, clavo, flores de anís, cardamomo, nuez moscada...

En poco más de 40 minutos tendrás tu Glühwein, vino caliente especiado, listo, una bebida perfecta para entrar en calor y muy fácil de hacer.