Su nombre es Riley Morrison y una emotiva carta publicada por su padre, se ha convertido en toda una reivindicación por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres que ha conmovido a quien iba dirigida, que no es otro que el mismísimo Stephen Curry, estrella de los actuales campeones de la NBA, los Golden State Warriors. Y es que algo tan simple como querer llevar las zapatillas de su jugador favorito no es algo tan obvio en los tiempos que corren.

“Mi nombre es Riley (el mismo que el de tu hija). Tengo 9 años, soy de Napa (California) y soy una gran admiradora tuya. Me encanta ver los partidos de los Warriors con mi padre y le pedí que me comparara tus zapatilla porque voy a empezar una nueva temporada con mi equipo. Mi padre y yo visitamos la web de Under Armour y nos llevamos una decepción porque no vimos tus zapatillas en el apartado de niñas, solo en el de niños, que incluso se podían personalizar”, comenzó escribiendo la pequeña.

“Sé que que apoyas a las niñas deportistas porque tienes dos hijas y organizas un campamento de baloncesto femenino. Espero que puedas trabajar con Under Armour para cambiar la situación porque las niñas también quieren llevar tus zapatillas”, concluía la misiva que no tardó en recibir respuesta.

Stephen Curry no decepciona

Y es que Stephen Curry no pasó por alto la petición de Riley y le contestó, del mismo modo, de su puño y letra. “Hola Riley. Agradezco tu preocupación y he estado los últimos dos días hablando con Under Armour para arreglar el asunto. Desafortunadamente hemos etiquetado las tallas pequeñas en la web solo para niños pero ya hemos corregido el error. Quiero estar seguro de que puedes llevar con orgullo mis zapatillas y voy a mandarte una ahora mismo. Además, serás una de las primeras en tener también el nuevo modelo cuando salgan al mercado. Por último, estamos trabajando en algo especial para el próximo Día Internacional de la Mujer y quiero que lo celebres conmigo. Reserva la fecha del 8 de marzo de 2019 para estar esa noche en Oakland. Te deseo lo mejor”, fue la genial respuesta de Curry.

Un detalle a la altura de las circunstancias y que premia la magnífica reivindicación de una niña de 9 años que no entendía cómo es posible que a estas alturas de siglo 21 todavía haya que reclamar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.