Deporte y Vida

AUTISMO

La insólita y conmovedora irrupción de un niño autista ante el Papa

Un niño argentino con autismo sube al estrado del Aula Pablo VI durante la Audiencia General del Papa Francisco y juega con los guardias suizos ante el asombro y el deleite de los presentes.

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ETTORE FERRARI EFE

Una imagen tan poco habitual como conmovedora. Wenzel, un niño autista que presenciaba la Audiencia General del Papa Francisco en el Aula Pablo VI, celebrada hoy, ha sorprendido a los más de 7.000 asistentes al subir al estrado y compartir unos entrañables momentos con Su Santidad y con dos de los guardias suizos que normalmente le escoltan.

Wenzel no dudó en jugar con uno de los guardias suizos.

El pequeño, que visitaba la ciudad pontificia con la asociación Ants Onus, que agrupa a padres de niños con autismo de Verona, ciudad donde reside con sus padres, no se lo pensó cundo su progenitores le retaron a ir a saludar al Papa.

"Wenzel estaba un poco aburrido y, sin esperanza de que fuera a hacerlo, le dijimos que si quería saludar al papa, que fuera. ¡Y no se lo pensó dos veces: se fue!", relató el padre del pequeño, que hizo lo que quiso con la complicidad del Papa Franscico, que le pidió a su madre que no se lo llevara cuando se acercó. "Si quiere jugar acá, déjalo", ha asegurado esbozando una sonrisa y ha aprovechado para interesarse por el caso de Wenzel, que padece un grado de autismo que no le permite hablar.

La madre de Wenzel trata de llevarse a su hijo, pero el Papa le ha pedido que se quedara.

Indisciplinadamente libre

"Este niño no puede hablar: es mudo, pero puede comunicarse, puede expresarse. Y tiene una cosa que me hace pensar: es libre, indisciplinadamente libre. Pero es libre", ha bromeado ante las risas de los asistentes y visiblemente emocionado por la irrupción del pequeño. Un hecho que puede tildarse de inusual.

Y es que el Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno del desarrollo neurológico que se manifiesta a través de deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social, así como de patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. Por ello, la naturalidad con la que Wenzel ha subido a saludar al Papa Francisco ha sorprendido incluso a sus padres, que no esperaban esa reacción.