Carlos Sobera ha mostrado su lado más humano al contar en la semana en que más hemos hablado de la diabetes cómo le diagnosticaron esta enfermedad en el año 2012 y cómo muchos meses después tuvo que ser intervenido de urgencia por una infección.

No tanto por la infección en sí, sino porque el azúcar estaba en 300. Un dato alarmante y que sirvió al presentador para ponerse a hacer una dieta super estricta. De saber que era diábetico, ha pasado a ser diagnosticado como diábetico tipo 2, y todo ha cambiado.

Está mucho más vigilante con su riñón y la ingesta de agua, una pista que descubrió su mujer y fue la alerta para hacerse los análisis.

Se mira con frecuencia la vista, para evitar que la diabetes afecte este sentido.

Hace ejercicio todos los días, de manera suave, pero todos los días.

Vigila la dieta de manera estricta, ha tenido que variar casi cada comida.

Una operación menor casi le cuesta la vida

Una operación menor como es un absceso provocado por una fístula fue una de las causas que le llevaron a valorar aún más su vida y a pensar seriamente en que la diabetes se controla pero puede derivar en algo peor al ser diabético tipo 2. Tuvo que ser intervenido de emergencia.

Una fístula anal es un pequeño túnel que se origina dentro del canal anal y finaliza en una abertura exterior cerca del ano. Son realmente dolorosos y la operación es menor, pero requiere de curas diarias durante meses para que el 'agujero' se cierre y no quede señal.

Para Sobera, el ser intervenido de urgencia y tener que controla más la diabetes le ha servido para darse cuenta de que la diabetes multiplica por 3 la posibilidad de tener un infarto; por eso recalca la importancia de cuidar la alimentación, la base de todo, para que el corazón esté fuerte y no sea una preocupación mayor.