Siempre quedará para el recuerdo aquel episodio protagonizado por Ramón Melendi (Oviedo, 1979) en un vuelo. Sucedió en 2007 y el cantante fue detenido por la Guardia Civil tras provocar que un avión de Iberia con destino a México tuviera que regresar a Madrid por la actitud agresiva y violenta del artista, que mostraba evidentes síntomas de embriaguez.

Ha llovido mucho desde entonces y, a la postre, ese suceso supuso un punto de inflexión en la trayectoria del cantante que, hoy, alejado de aquella espiral autodestructiva provocada por el éxito y el dinero mal asimilados, emplea parte de su tiempo en compartir su experiencia con quien quiera escucharle. Como los más de 2.000 jóvenes que se congregaron en el Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo en el marco del II Congreso de la Fundación Lo Que de Verdad Importa.

“No me di cuenta de todo lo que me estaba pasando hasta que ocurrió el incidente del avión”, asegura Melendi en una información recogida por Alberto Arce en El Comercio. “Llegaba cada noche a casa en unas condiciones lamentables y no me reconocía cuando me miraba en el espejo. Solo seguía, sin pararme a pensar”, añade el ovetense, que se refugiaba habitualmente en el alcohol y las drogas.

Centro de rehabilitación y Reiki

“Todo lo malo que nos ocurre sucede porque nos boicoteamos a nosotros mismos. Con el éxito y el dinero vinieron los excesos, las drogas y las prisas”, continúa Melendi que, afortunadamente se dio cuenta de que es imposible “cambiar la realidad si antes no puedes cambiar la imagen que tienes de ti mismo”. Y a ello se puso cuando ingresó en un centro de rehabilitación para drogodependientes en Colombia, aunque el trayecto no fue fácil ya que tuvo alguna recaída y no fue hasta que conoció las bondades del Reiki (energía vital en japonés) cuando logró salir del agujero.