'Nutriscore' no es perfecto. Dista mucho de serlo. Pero no es menos cierto que su valía depende mucho de que conozcamos bien sus pormenores y cómo interpretarlos adecuadamente para que no hayan confusiones ni se estigmatice o encumbre a determinados productos. Pero antes de entrar de lleno en la cuestión vayamos por partes.

Por si a estas alturas todavía no sabes de qué estamos hablando, 'Nutriscore' es un código de letras y colores, con cinco niveles de de A a E y de verde a rojo, que identificará en las etiquetas de alimentos y bebidas la calidad nutricional, con el fin último de que el consumidor pueda decantarse por la opción más saludable, si ese es su deseo.

Un código que pretende estar totalmente en uso el próximo año, aunque ya hay compañías como Mondelez, Nestlé, PepsiCo, Coca-Cola y Unilever que están comenzando a incorporar uno que difiere del de 'Nutriscore' y que a buen seguro tratará de arrimar el ascua a su sardina. Cuidado.

En cualquier caso, el sistema 'Nutriscore' ya puede consultarse en Open Food Facts u otras plataformas como sinAzucar.org, que está haciendo ya una encomiable labor divulgativa para que comprendamos mejor a qué nos enfrentamos. Y resulta que, como no podía ser de otra forma, ya hay sorpresas y comienza a herirse la sensibilidad de determinados sectores.

Coca-Cola Zero vs. Aceite de oliva

Tal es el caso de la comparativa que se viene realizando estos días entre la Coca-cola Zero y el aceite de oliva, ingrediente base de de la dieta mediterránea. Y es que, aunque los refrescos tienden a estar muy mal vistos, la Coca-Cola Zero sorprende por su calificación con una B (verde claro, es decir, un notable), mientras que el aceite de oliva, cuyas propiedades son altamente valoradas, suspende de forma rotunda con solo una D.

"Como los valores se calculan por 100 gramos de producto y tiene mayor peso en el algoritmo, el valor calórico total del alimento sobre las ventajas de las grasas saludables del aceite de oliva, aparecen ciertas incongruencias. De ahí el caso de la comparativa entre el refresco y el aceite de oliva", asegura la nutricionista Amil López Viéitez, creadora de la Dieta Coherente.

Zumos y cereales

Otro caso sorprendente es el que hace referencia a los cereales de desayuno y los zumos comerciales. Ambos contienen altos niveles de azúcares por lo que su calificación debería representarse con un color rojo, pero como también tienen un alto contenido en fibra o en fruta, lo que les acerca al verde, son ubicados en la zona intermedia que representa el amarillo, lo que puede llevar a pensar al consumidor que su consumo es, ciertamente, recomendable.

¿Qué podemos hacer?

Desde el punto de vista del consumidor, lo más prudente es mantenerse a la espera ya que todavía pueden haber cambios en los algoritmos que determinan si un producto es más o menos saludable porque se han herido sensibilidades como en el caso del aceite y puede que sea necesaria una revisión. El sistema, tal y como está planteado ahora, castiga el exceso de calorías, sodio, azúcar y grasas saturadas y premia el contenido en proteínas, fibra y el porcentaje de verduras, frutas, frutos secos y leguminosas. Y en el caso del etiquetado que veremos próximamente en determinadas marcas, y que nada tiene que ver con 'Nutriscore', lo más adecuado es desconfiar.

De igual forma, también será conveniente, llegado el momento, no cometer el error de comparar productos de diferentes categorías, como en el caso de refrescos y aceite. Es más lógico que comparemos entre todos los refrescos o entre todos los aceites para evitar malinterpretar el código. Y en caso de duda máxima, consume alimentos frescos, naturales y de temporada, que no necesitan ninguna etiqueta. Así seguro que no fallas.