Las cenas de Navidad empiezan a celebrarse dentro de unos días y si estás llevando una dieta más o menos estricta, te vamos a dar algunas pistas y trucos para que ese día disfrutes como todos, y no tengas que estar ni contando calorías ni diciendo a todo el mundo que no bebes porque estás a dieta.

Sobre todo, si puedes, y te gusta organizar, elige ser tú el que reserve. Elegirás un restaurante con opciones variadas, menús vegetarianos, saludables, no sólo raciones y tapas donde te puedes quedar con hambre y mandar al traste todo el trabajo de meses. No hace falta que elijas el restaurante más verde del mundo, ni el que tiene más carne, hoy en día puedes elegir en muchos sitios menús para todos los gustos e igual de apetecibles.

Si estás harto de que te digan que te tomes otra copa, por qué no bebes, opta por la cerveza sin alcohol. Al final de la noche nadie sabrá si es cerveza normal o no, estarás aportando a tu cuerpo nutrientes y polifenoles saludables, y es una variedad al agua o los refrescos muy natural, especialmente de estos últimos que suelen tener una gran cantidad de azúcar.

El postre es el enemigo, lo sabe todo el mundo. Si has elegido tú el restaurante, habrás preguntado por las opciones de fruta y dulce; si no ha sido el caso, pide algo casero en lugar de procesado, tendrá menos azúcar. El tercer truco, es pasar directo al café o el té, tu gran aliado. Eso sí, es posible que estés toda la noche con ganas de ir al baño.

Las cenas de empresa suelen ser un desmadre. No pasa nada porque te tomes una copa, el truco de la tónica con lima funciona, aunque tenga mucho azúcar, es menor que si le añades alcohol. De nuevo recurrir a la cerveza sin alcohol o alternarla con cerveza normal será una buena forma de controlar lo que tomas, no perder los papeles y no añadir una mala alimentación.

Y si lo que quieres es pasar de todo, también puedes hacer coincidir tu día de cheat meal con la cena de empresa y olvidarte de todo lo que hemos dicho.