Por fin se da respuesta a la reivindicación de la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE), que consideraba denigrante y discriminatoria la norma que no permitía a las personas celíacas alistarse en las Fuerzas Armadas Españolas. Una situación que la ministra de Defensa, Margarita Robles, corregirá al modificarse las normas de acceso en próximas convocatorias.

Hasta ahora, Defensa había esgrimido motivos de seguridad alimentaria, al carecer de los medios necesarios para garantizarla, para los celiacos cuando se encuentran en una misión fuera de España, aunque FACE siempre dejó clara su oposición a esta medida y alentó al ministerio a cambiar su postura ya que la enfermedad celiaca no imposibilita en manera alguna la realización de ejercicio físico o actividad deportiva siempre y cuando no se transgreda la dieta.

Administración Pública y Cuerpos de Seguridad

Se da la circunstancia de que el pasado mes de julio, diversos colectivos de diabéticos, celíacos, personas con psoriasis y con VIH, solicitaron al Gobierno una revisión de los cuadros médicos de exclusión que les impiden acceder a puestos de trabajo de la Administración Pública y de Cuerpos de Seguridad. Reivindicación que afecta a 10 millones de personas según sus cálculos.

El caso de las Fuerzas Armadas, en lo que a las personas celíacas se refiere, es un primer paso, pero falta por ver si tiene continuidad en el resto de puestos que se pretende hacer accesibles a los colectivos solicitantes. Se da la circunstancia de que alguna de las órdenes que regulan el cuadro de exclusiones de cuerpos de seguridad del Estado, como es el caso de la que atañe a la Policía Nacional, fue redactada en 1988 y está ya obsoleta debido a los avances científicos y médicos.

De igual forma, los afectados exigen que se deje a un lado el diagnóstico como barrera infranqueable para centrarse en el estado de salud de quienes quieren acceder por lo que se pretende revisar, antes de que acabe el año, los cuadros de exclusiones médicas teniendo en cuenta este aspecto, para ellos, fundamental.

Además, se producen situaciones tan incomprensibles como las que protagonizan aquellos a los que se les diagnostica alguna de estas enfermedades ya en el ejercicio de su puesto y que, de ningún modo, son excluidos o expulsados. Una situación que agrava la sensación de desamparo de las asociaciones que se han unido en la denuncia y que, de no obtener respuesta a su misiva, amenazan con los tribunales y movilizaciones en la calle.