Leonardo da Vinci, genio del renacimiento, sufría probablemente de estrabismo y eso habría contribuido a su sentido de la perspectiva, aumentando su campo de visión y la percepción de la profundidad, según revela un estudio a cargo de investigadores de la City University de Londres, que analizó seis retratos y autorretratos realizados o representando al gran maestro italiano, dos pinturas, dos esculturas y dos dibujos.

Ampliar

Así pues, no es descartable que detrás del polifacético artista, que dominó campos tan dispares como pintura, escultura, ingeniería, arquitectura, botánica, escritura, anatomía o paleontología, entre otros, debiera su genialidad al estrabismo que sufría. Un dato sorprendente que no hace sino ahondar en la leyenda de una figura indispensable cuya influencia llega hasta nuestros días.

El florentino (1452-1519), según la investigación dirigida por Christopher Tyler y publicada en la revista médica JAMA Ophthalmology, “sufría un estrabismo divergente intermitente, y además la capacidad de cambiar a visión monocular" tras analizar aspectos como los ojos de los personajes visibles en obras como ‘Salvator Mundi’, el ‘San Juan Bautista’, e inclusive en el famoso dibujo del ‘Hombre de Vitruvio’, trabajos que presentaban "un ángulo de estrabismo divergente”.

También Rembrandt y Picasso

"Un estrabismo divergente, en particular si era intermitente, podría haber contribuido a la capacidad excepcional de Leonardo da Vinci para brindarle relieve a un lienzo. También podría explicar la facilidad de representación de objetos y rostros en tres dimensiones que tenía Leonardo da Vinci o para representar paisajes montañosos en el fondo de sus composiciones”, añade Christopher Tyler, que asegura que existen estudios que también atribuyen a Rembrandt, Dürer, Degas o Picasso esta enfermedad.