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Cómo evitar la fatiga muscular para mejorar tu entrenamiento

Te contamos cómo utilizar la dieta a tu favor, las posibles causas de una fatiga muscular, la importancia del descanso y cómo evitar que aparezca y tengas que parar para volver a empezar.

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fatiga muscular
Rodrigo Jiménez EFE

La fatiga muscular es la pérdida de nuestra capacidad física para seguir realizando una acción determinada, sobre todo se da en deportistas, y puede ser total o parcial. Hemos llevado a nuestro a un límite y los músculos se ven incapaces de hacer un movimiento más al no tener la fuerza necesaria para seguir trabajando.

Es como sentir que te quedas sin energía, fallan las fuerzas, las piernas sobre todo, y si eres corredor te verás andando, o incluso teniendo que parar. El cuerpo te suele mandar señales, sensaciones en muchos casos, pero a veces es que no queremos escuchar.

Síntomas de la fatiga muscular

-sensación de incomodidad, algo está pasando y no sabes bien qué es

-sientes molestias y dolor en todo el cuerpo, no sabrías decir dónde más

-llega la pesadez muscular, como no poder con tu cuerpo

-mala coordinación

-tu cerebro dice algo pero tu cuerpo no hace caso

-se acelera la respiración

-se acelera el pulso

-la fatiga muscular también puede ser no sólo física, sino llegar por estrés o ansiedad incluso

Cómo combatir la fatiga muscular

El tejido muscular se recupera y aumenta durante el descanso, sobre todo mientras dormimos y también tras la rutina de entrenamiento. Pero la alimentación puede jugar a nuestro favor. Si utilizamos una mezcla adecuada de proteínas, hidratos de carbono y grasas, aproximadamente una hora después del entrenamiento, podremos ayudar a nuestro cuerpo a recuperar y así evitaremos la fatiga en las próximas sesiones.

Ojo, tan importante es la alimentación post entrenamiento, como antes. No se puede entrenar sin comer. Se deben tomar comidas equilibradas y saludables cerca de cuatro horas antes al entrenamiento, para no sentirte lleno y cansado. Pero, siempre puedes tomar algo de fruta, o una barrita de cereales, o beber líquido, para poner el cuerpo en marcha o cuando hayas realizado tu primera tanda de entrenamiento.

No es lo mismo estar en el gimnasio que empezar un partido, por lo que deberás adecuar lo que comas, los horarios, para rentabilizar al máximo. Es muy importante, además de los horarios, que no te sobre entrenes, es el error número 1 y que más puede castigarte.

A veces, menos es más en cuanto al ejercicio y dependiendo del objetivo que quieras conseguir. Una ayuda en este caso es calentar muy bien antes, estirar muy bien, para que el cuerpo se ponga en funcionamiento lentamente y de forma segura.

Hacer ejercicios diferentes es una de las acciones que más te puede beneficiar, mezclar ejercicios de alta intensidad, con sesiones suaves. Correr y nadar. Masajes y tratamientos de fisioterapia. Todo para que el cuerpo esté siempre trabajando pero no quemándose.