Ya se puede comprar marihuana en Canadá con fines recreativos, lo que convierte al país norteamericano en el primero industrializado en adoptar una medida que apoya el 70 por ciento de la población, según una encuesta publicada por Abacus Data. Así pues, los canadienses siguen la estela de Uruguay, que abrió la veda en 2017 y puso encima de la mesa un debate cuya intensidad, lejos de menguar, crece.

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Y es que son cada vez más las voces que insisten en la necesidad de despenalizar el consumo, no solo de marihuana, sino también de otras drogas para acabar con una situación que empeora por momentos. Tal es el caso de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, integrada por importantes ex dirigentes políticos y premios nobel, que aboga por un régimen de control de drogas mundial, nuevo y mejorado, que proteja la salud y la seguridad de las personas.

Cambio de rumbo

“Las medidas basadas en ideologías represivas deben ser sustituidas por políticas más humanas y eficaces a partir de evidencias científicas, principios de salud pública y respecto a los derechos humanos. Esta es la única manera de reducir la muertes por drogas, las enfermedades, el sufrimiento, la violencia, el crimen, la corrupción y los mercados ilegales, producto de políticas ineficaces y prohibitivas”, asegura en un reciente informe.

Por el momento, determinados países como Canadá o Uruguay dan un paso en este sentido, aunque solamente aflojen la cuerda en lo que a la marihuana se refiere. Pero, como comentábamos antes, parece que la tendencia iniciada por los países americanos tendrá continuidad y es probable que otros países se sumen a la iniciativa.

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Por de pronto, independientemente del consumo despenalizado de la marihuana, que en el caso de Canadá también viene acompañado por un indulto a los condenados por posesión, el cannabis y determinados compuestos del mismo, ya son objeto de estudio tanto por sus propiedades para uso recreativo como terapéutico.

Uso recreativo o terapéutico

En el primero de los casos, la industria de los fabricantes de bebidas, con y sin alcohol, ya ven las oportunidades que el cannabis les ofrece a nivel de nicho de mercado. Coca Cola o Pepsi, entre otras, ya se plantean abiertamente utilizar el cannabidiol o CBD, un compuesto no psicoactivo del cannabis al que se le atribuyen propiedades saludables, como ingrediente. No en vano, y es aquí donde nos adentramos en terreno del uso terapéutico, el cannabidiol está siendo objeto en los últimos meses de estudios de carácter científico para su incorporación en el tratamiento de diferentes enfermedades.

De hecho, hace poco tuvimos conocimiento de que sendos estudios realizados por el Instituto Neurociencias de Alicante y el Hospital La Fe de Valencia han determinado que el cannabidiol ha resultado eficaz en el tratamiento de la adicción al alcohol y a la propia marihuana, y en el de un tipo de epilepsia infantil rara, grave y difícil de manejar, conocida como el síndrome de Lennox-Gastaut.