“Con mucho esfuerzo y dedicación cualquier diabético puede hacer lo que se proponga”, asegura Daniel Albero, (Carcaixent, 1972), que se convertirá en el primer piloto de motos con diabetes Tipo 1 que competirá en el Dakar tras haber reunido los 70.000 euros necesarios para cumplimentar la inscripción a la exigente prueba que, este año, partirá desde Lima, capital de Perú, el próximo 6 de enero de 2019..

“Es la carrera más dura del mundo y todo el mundo está expuesto a problemas. En mi caso va a ser muy importante gestionar la insulina y lo que tomo en cada momento. Cuento con un medidor de glucosa continua que me informa del nivel de glucosa y de la tendencia, que es muy importante, llevaré un doble camelback con 6 litros de capacidad y un doble depósito: uno con agua y otro una ‘pócima’ que me preparo yo para hidratarme y poder recuperarme de todos los esfuerzos”, explica el valenciano, cuya participación será posible gracias a su determinación y a un esfuerzo coral.

Un diabético en el Dakar

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‘Un diabético en el Dakar’, así se denomina la iniciativa que le ha conducido a lograr su sueño, es además un proyecto solidario en el que colabora mucha gente que pretende romper los estereotipos que impiden a millones de diabéticos en todo el mundo llevar a cabo una vida normal e impulsarles a realizar actividades deportivas, así como fomentar la investigación de la enfermedad. No en vano, se trata de una iniciativa de emprendimiento social a través del deporte que además, busca recaudar fondos para, en una primera instancia, ayudar a la Asociación Valenciana de Diabetes (AVD).

Tres años de experiencia

El valenciano comenzó su periplo en los rallys hace tres años cuando un amigo le prestó una moto para participar en el Rally de Enguera (Valencia) y poco a poco ha ido evolucionando hasta disputar alguno de los mejores 'raids' del mundo como la Baja Aragón o el Merzouga, algo necesario para recibir el visto bueno del Dakar, aunque será ahora cuando afronte el considerado más duro del planeta. No sin haber superado muchas dificultades en su vida.

Meningitis y diabetes

“Soy diabético desde los 10 años, pero con 8 años fui diagnosticado con una meningitis. A mi madre no le dieron muchas esperanzas debido a la gravedad de mi estado, pero me recuperé y al año recibí el alta. Fue a los seis meses de abandonar el hospital cuando me diagnosticaron la diabetes tipo 1. Fue una época complicada porque no había muchos medios y el desconocimiento rodeaba la enfermedad”, concluye el valenciano, al que ahora se le presenta la oportunidad de su vida tanto a nivel deportivo como personal para concienciar sobre la enfermedad que sufre. ¡Gas, e insulina que no falte!, como reza su lema.