Hace pocas fechas, la mujer de Will Smith, Jada Pinkett (47 años), compartió en su perfil de Instagram una inocente imagen que reunía a tres generaciones de la familia y en la que aparecía ella misma, su hija, Willow Smith (17 años) y su madre, Adrienne Banfield-Jones, que a la postre fue quien acaparó toda la atención por su imponente físico a los 64 años de edad.

Y no es de extrañar ya que la suegra de Will Smith, que dio a luz a su primogénita con 17 años, luce unos abdominales y una condición atlética en general más propia de otra edad. Jada Pinkett ha reconocido en alguna ocasión que su madre le pone en evidencia en el gimnasio y que le hace “pasar vergüenza”.

Sea como fuere, más allá de los complejos que le cause a Jada Pinkett, detrás de ese físico hay una genética privilegiada y muchas horas de entrenamiento. No en vano, la propia señora Smith ha compartido en Instagram alguna rutina de entrenamiento de su madre en la que se le ve en plena forma haciendo gala de una fuerza notable.

Recomenadaciones de la OMS

Puede que el caso de Adrienne Banfield-Jones sea excepcional, pero es un claro ejemplo de la importancia que tiene el mantenerse activo cuando se llegan a determinadas edades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que los adultos de 65 en adelante deben dedicar al menos 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.

Quienes realizan algún tipo de actividad física a una edad avanzada presentan menores tasas de mortalidad por todas las causas, cardiopatía coronaria, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer de colon y de mama, y depresión, un mejor funcionamiento de sus sistemas cardiorrespiratorio y muscular, y una mejor masa y composición corporal.

Will Smith, a lo suyo

Mientras su suegra lucía figura junto al resto de féminas de la familia, Will Smith celebraba su 50 aniversario de una manera nada típica en el Gran Cañón de Colorado: saltando al vacío desde un helicóptero para cumplir un reto solidario. Un evento que se convirtió en un verdadero espectáculo y en el que participaron, de una u otra forma, numerosas personalidades como Tom Cruise, Quincy Jones, Lebron James o su compañero de reparto en el ‘Príncipe de Bel Air’, Alfonso Ribeiro, que hizo de maestro de ceremonias.