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La almendra: un alimento nutritivo y saludable que ha cambiado el paisaje en España

La demanda de la almendra unida a la mayor rentabilidad de su cultivo está provocando que el paisaje rural español se esté transformando en los últimos años.

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Y es una realidad a la que nadie es ajeno. La almendra se ha instalado en el paisaje español para quedarse. Uno de los alimentos saludables más de moda está sustituyendo a otros cultivos tradicionales como el girasol o el trigo por el incremento de su demanda y la rentabilidad de un cultivo que, además, es muy saludable y valorado.

Durante la campaña 2018-2019, España espera recolectar cerca de 62.000 toneladas, una cifra que marcaría un nuevo récord y que supondría, además, un aumento del 15% respecto a la temporada anterior. Lo que convierte a nuestro país en el tercer productor mundial por detrás de Australia y de EEUU, líder indiscutible. Sólo California es responsable del 80 por ciento de esa producción.

España es un país consumidor de almendra por la industria del turrón y otros productos que la contienen. Además, la demanda se ha duplicado en los últimos 10 años en el mundo, al mismo ritmo que el consumo. Y su rentabilidad es otra de las claves. Hace una década el precio de la almendra podía estar en 3 euros el kilo pagado al agricultor, pasó a 9 euros el kilo hace 4 o 5 años y a día de se encuentra en torno a 5 euros.

¿Por qué la almendra es nutritiva y saludable?

La almendra es uno de los alimentos de moda por sus propiedades nutritivas y beneficiosas para la salud debido a que se trata de fuente de proteínas vegetales y ácidos grasos saludables que repercuten en el organismo de diversas maneras:

1. Es fuente de Vitaminas A, B y E. Refuerza el sistema inmunitario y ayuda a prevenir enfermedades degenerativas.

2. Contiene grasas saludables y proteínas vegetales.

3. Es un alimento antioxidante.

4. Fuente de fibra, hierro y fósforo. Combate la anemia, y su consumo repercute en los huesos, el cabello o la piel.

5. Reduce el colesterol.

6. Protege el corazón. Su consumo reduce el riesgo de sufrir un infarto y otras enfermedades cardiovasculares.

7. Mejora la memoria. Repercute sobre la función cerebral y mantiene activo al cerebro.

8. Ayuda a adelgazar. Reducen el hambre sin aumentar el peso corporal.