Hablar de la excelente tasa de donaciones y trasplantes que año a año se viene realizando en España ya no es nada nuevo. Dejó de serlo hace 26 años cuando nuestro país se situó por primera vez en lo más alto de una clasificación que enorgullece a todos los implicados y evidencia la magnífica calidad del Sistema Nacional de Salud en diversas áreas, si no en todas.

Y es que España, con 2.183 donantes y 5.261 órganos trasplantados en 2017, vuelve a revalidar por vigésimo sexto año consecutivo su liderazgo mundial en trasplantes, con una tasa de 47,0 donantes por millón de población (p.m.p). Así, el año pasado aportó el 19,2 por ciento de todas las donaciones de órganos en la Unión Europea y el 6,4 por ciento de las registradas en el mundo, pese a que apenas representa el 9,1 por ciento de la población europea y el 0,6 por ciento de la mundial. También aumenta un 7,25 por ciento el número de órganos trasplantados en todo el mundo y un 3,3 por ciento el de donantes fallecidos, sin olvidar la importancia de las 42.154 personas que donaron un órgano en vida.

"Velocidad de crucero"

Unos datos que, en palabras de la directora de la Organización Nacional de Trasplantes, Beatriz Domínguez-Gil, tiene mucho que ver con el buen trabajo realizado en España. "El incremento en el mundo tanto de trasplantes como de donantes es fruto de los avances que se están produciendo en muchos países y en algunas de las regiones de la OMS. Los datos ponen de manifiesto que los trasplantes empiezan a alcanzar velocidad de crucero en todo el mundo, y España tiene mucho que ver", asegura en declaraciones a Europa Press.

"La situación española es muy destacada, esto significa que no solamente se está salvando y mejorando la calidad de vida de miles de pacientes en España, sino también fuera de nuestras fronteras gracias a todo el esfuerzo en compartir nuestro conocimiento y experiencia en la estructuración de un sistema exitoso de trasplantes", añade la doctora Domínguez-Gil.