En lo que va de año, se han documentado un total de 401 infecciones en países europeos, incluyendo 22 muertes, según datos facilitados por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés). Los países más afectados son Serbia (126 casos), Italia (123), Grecia (75), Hungría (39) y Rumania (31), zonas que ya se han visto afectadas por el virus en el pasado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido del aumento "drástico" del número de infecciones por el virus del Nilo Occidental este año en comparación con los cuatro años anteriores, favorecido este incremento por las altas temperaturas y períodos de lluvias prolongados, seguidos de un clima seco. Lo que a su vez ha propiciado la reproducción y propagación del mosquito que transmite el virus.

¿A qué nos enfrentamos?

El virus del Nilo Occidental, que se encuentra por lo general en Oriente Medio, América del Norte, Asia occidental, África y Europa, puede causar una enfermedad mortal del sistema nervioso, aunque casi el 80 por ciento de las personas infectadas no presentan síntoma alguno. Solo en el 20% de los casos la infección puede provocar fiebres moderadas o altas y dolores de cabeza, musculares, de espalda, fatiga, dolor de garganta, náuseas o diarrea, entre otros.

El virus se mantiene en la naturaleza mediante un ciclo que incluye la transmisión entre aves y mosquitos, y puede infectar a los seres humanos, los caballos y otros mamíferos. Hay vacunas contra la afección equina, pero aún no las hay para las personas, aunque solemos responder bien al tratamiento de los síntomas. Eso sí, no se ha documentado ningún caso de contagio entre humanos.

Recomendaciones

Obviamente el nivel de exposición al virus dependerá mucho de la zona en la que nos desenvolvamos, habiendo mayor riesgo en las descritas con anterioridad. No obstante, la OMS también espera que el virus llegue a nuevas zonas por lo que recomienda seguir unas sencillas pautas.

1. La acción de los mosquitos es más intensa al atardecer por lo que, en la medida de lo posible, se aconseja evitar la actividad a esas horas.

2. Vestir prendas ligeras de manga larga y color claro.

3. Utilizar repelente de insectos, siguiendo las recomendaciones de aplicación, que contenga DEET (diethyltoluamide).

4. Drenar los posibles criaderos de mosquitos como fuentes, macetas, piscinas infantiles… para evitar la su proliferación incontrolada.

5. Además, se aconseja usar guantes y otra ropa protectora mientras se manipulan animales enfermos o sus tejidos, y durante los procedimientos de matanza y sacrificio.