Siempre que vemos a Julen Lopetegui en el campo de entrenamiento lleva unas gafas de sol muy oscuras, casi opacas. ¿Por qué? ¿Hay detrás algo más que proteger los ojos del sol, tan dañino? Sí, la fotofobia o sensibilidad a la luz, una enfermedad oftalmológica que hay que cuidar.

Preguntamos al doctor Julián Cezón, especialista de la Clínica CIMO, entrenador del Club de Rugby Ciencias de Sevilla, y miembro de Top Doctors por este hecho, esa sensibilidad y molestia grave que el entrenador del Real Madrid padece.

“Suelo usar gafas de sol para evitar la fotofobia que me produce la fuerte intensidad lumínica propia de esta estación veraniega. Sin embargo, la fotofobia o intolerancia a la luz puede ser síntoma de algo más importante. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado fotofobia al mirar a una fuente de luz intensa (los faros de los coches, las luces de una discoteca, un arco de soldadura, etc...) y, en determinadas circunstancias como estar cerca del mar especialmente en verano o en la montaña, sobre todo con nieve”, nos cuenta.

“Este tipo de fotofobia, que nos obliga a cerrar los ojos y que produce también lagrimeo, es normal y es un mecanismo automático de protección frente a una luz excesiva. Las personas con ojos claros sufren más este problema al tener menos pigmento en el iris y por lo tanto menos protección frente a la luz que entra con más fuerza en sus ojos”, cuenta a Deporte y Vida.

“Por lo tanto, la fotofobia en sí no es una enfermedad sino un síntoma que puede ser normal o, por el contrario, indicar una enfermedad subyacente ocular o de otro tipo, como probablemente sea el caso de Julen Lopetegui”.

Causas de la fotofobia

“Entre las causas oculares más habituales, estarían el uso excesivo o indebido de las lentes de contacto, el ojo seco, las cataratas, el glaucoma, las uveítis, las erosiones o heridas corneales tras un traumatismo (muy típico en tareas de bricolaje) o una cirugía (por ejemplo, tras la cirugía para la corrección de la miopía o similar)”, nos cuenta.

“Otro grupo de causas de fotofobia son las enfermedades neurológicas sin gravedad como la migraña (un claro ejemplo es el del famoso director de cine Pedro Almodóvar que ya declaró hace mucho tiempo padecer dolorosas migrañas acompañadas de fotofobia) y más raramente otras de mucha mayor importancia como la meningitis, o excepcionalmente tumores cerebrales”, incide.

“Es importante recordar que algunos medicamentos como las tetraciciclinas, la atropina o las benzodiacepinas, entre otros y el consumo de drogas como la cocaína o las anfetaminas pueden producir fotofobia”, explica a Deporte y Vida.

“Sin duda la forma más sencilla de evitar la fotofobia es adquirir unas buenas gafas de sol con el filtro adecuado en un establecimiento óptico profesional, evitando la compra de gafas sin la suficiente garantía (mercadillos, internet, etc...).

Cuidado con las gafas de sol

“El uso de gafas de sol con filtro inadecuado puede producir graves lesiones oculares, a veces irreversibles. Los sombreros y gorras complementan mucho el efecto protector de las gafas. De especial relevancia es la protección de nuestros hijos, independientemente de su edad, con gafas de sol. Las personas con defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo) deben utilizar gafas de sol graduadas”, reseña.

“Ahora bien, si además de fotofobia se tiene dolor de cabeza, ojos rojos o dolorosos, visión borrosa, mareos, náuseas o rigidez de nuca es imprescindible acudir al médico especialista en oftalmología que es el único capacitado y titulado para realizar el diagnóstico y tratamiento correctos”, responde el doctor.