El teletrabajo es una modalidad cada vez más común en muchos sentidos. Un ordenador, una buena conexión a internet, y muchos trabajos se pueden realizar con oficinas en cualquier lugar del mundo. Se alquilan hasta salas en cualquier oficina de las grandes ciudades para tener un espacio donde reunirse con clientes o jefes.

Pero, ¿estamos atendiendo las necesidades psicológicas de este tipo de trabajo? ¿Estar solo todo el día es posible para todo el mundo? La psicología nos ayuda a desvelar este nuevo tipo de trabajo y cómo no es válido para todo el mundo. Preguntamos para Deporte y Vida a Andrés Montero Rama, de Norte Psicólogos,

“Durante años hemos compartimos espacio con compañeros, atendemos a clientes, debatimos con nuestros jefes en reuniones, prestamos un servicio a la sociedad, salimos al campo a cosechar y un largo etc… trabajos que implican la salida de casa y el relacionarse con otras personas, y por lo tanto implican disputas, risas, relaciones afectivas, intercambios emocionales… durante prácticamente 1/3 del día a día de nuestra vida laboral”, cuenta.

“Con la llegada de la telefonía apareció algún trabajo desde casa, pero implicaban una continua interacción con el cliente. En la última década aparecen trabajos a los que no estamos acostumbrados, trabajos donde prácticamente nos vamos a relacionar exclusivamente de forma virtual, y como cualquier cosa nueva, nos exige un periodo de adaptación y también en algunos casos nos exige una serie de esfuerzos a nivel mental que deben ser trabajados”, explica.

Características del trabajo en casa

“Soledad, procastinación, pereza, aburrimiento, monotonía, sedentarismo, libertad, comodidad, optimización del tiempo, creatividad… son síntomas positivos o negativos de las personas que trabajan en casa y por lo tanto son síntomas a tener en cuenta a la hora de emprender un trabajo desde casa. Todavía estamos un poco en pañales en la repercusión real, en la personalidad y en el estado de ánimo de estas personas, las investigaciones aún no son muy concluyentes”, señala respecto al trabajo en casa.

"Sí podemos establecer que el trabajo en solitario es una situación, y por lo tanto como en otras tantas situaciones, estar solo no quiere decir sentirse solo y lo contrario. No tener pareja no implica que nos sintamos solo y el tener no lo excluye por lo que este trabajo es una situación de la que sin duda sabemos adáptanos siempre y cuando nos obviemos nuestras necesidades”.

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¿Podrías trabajar solo en casa?

“Una hipótesis a tener en cuenta podría ser la relación entre la extroversión e introversión con este tipo de trabajos, podríamos presuponer que aquella persona más extrovertida que necesita una continua interacción con los demás, el ser el centro de atención en ocasiones o el trajín diario va a encontrarse mas desubicado en esta nueva forma de trabajar, por lo que tendrá que buscar el equilibro fuera de su horario laboral, porque estas personas encuentran el bienestar cuando están rodeados de gente”, añade.

“Y por lo tanto podríamos presuponer que aquella persona más introvertida, que necesita cargar energías estando consigo mismo, que no va necesitar desplazarse entre tumultos de gente a diario y no va tener el desgaste de pensar en cómo tiene que relacionarse con los demás va a ser una persona más idónea para este trabajo”.

“Pero todas estas hipótesis se pueden ver derruidas, pues hay ciertas características de la persona extrovertida que también pueden ser estupendas para el trabajo en casa y estar interconectado con todo el mundo a golpe de un clic”.

“Sin duda, mi opinión, es la necesidad de buscar el equilibrio, y si trabajamos en casa indudablemente tendremos que buscar actividades para poder relacionarnos de la forma tradicional. Es como la necesidad del niño que solo juega on line y es necesario que salga a la calle a jugar con sus amigos”, nos cuenta.

Los beneficios del coworking para los trabajadores solitarios

“Como la sociedad se va abriendo camino por sí sola y encuentra ella misma esos términos medios, aparecen nuevas modalidades como el coworking donde precisamente se busca tener las ventajas del trabajo tradicional y las ventajas de trabajo más solitario”, señala el psicólogo.

“Los centros coworking son, además, por lo que vemos en los últimos años, un modelo que favorece la creatividad y la cooperación olvidándonos de la competición habitual y en cierta medida son una evolución de ambos extremos por lo que en los próximos años estos centros serán cada vez más habituales”.