Las alcachofas son conocidas en su forma natural como cardo, y su clasificación científica es Cynara cardunculus. Son nativos de la región mediterránea, y es por eso que juegan un papel tan importante en su cocina. Las alcachofas se pueden encontrar en toda Europa, los países de Medio Oriente y América, pero se encuentran con menor frecuencia en las naciones asiáticas.

La parte comestible de una alcachofa es la yema de dentro de la cabeza de la flor antes de que florezca por completo. El tiempo es clave para cultivarlos, ya que se vuelven duros y casi incomestibles una vez que la flor ha florecido por completo. Además, una de las partes más solicitadas del cardo es el "corazón", que es la base de donde salen los otros brotes. A menudo se considera un manjar o al menos la parte más deliciosa de la planta y generalmente es más cara.

Su valor nutricional

Las alcachofas son bajas en grasas saturadas y colesterol a la vez que son una rica fuente de fibra, vitaminas y minerales. Contienen vitaminas que incluyen vitamina C, tiamina, riboflavina, niacina, ácido fólico, vitamina b-6, b-12, A, E, D y vitamina K. También proporcionan minerales como calcio, hierro, zinc, sodio, potasio, manganeso, fósforo y zinc. Vamos, un gran cóctel de micronutrientes esenciales para el funcionamiento del organismo.

Sus beneficios para la salud

Prevención del cáncer. Las alcachofas tienen los niveles más altos de antioxidantes de todas las verduras. Éstos son uno de los principales medios de defensa para el sistema inmune contra los efectos de los radicales libres. Contienen polifenoles, que tienen cualidades quimiopreventivas según este estudio, lo que significa que pueden ralentizar, detener o revertir por completo los efectos del cáncer en cualquier paciente.

Salud del corazón. También se consideran un alimento saludable para el corazón que debemos añadir a nuestra dieta por una variedad de razones. Se ha encontrado en estudios que ciertos ingredientes en sus hojas reducen los niveles de colesterol malo (LDL) y aumentan los niveles de colesterol bueno (HDL).

Protegen el hígado. Las alcachofas se han usado como tónicos hepáticos durante siglos, pero el mecanismo exacto de su impacto nunca se entendió del todo hasta que la ciencia moderna pudo investigar adecuadamente esta versátil planta. Se ha demostrado que dos antioxidantes encontrados en alcachofas, cinarina y silimarina mejoran la salud general del hígado al reducir la presencia de toxinas y facilitar su eliminación del hígado y el cuerpo.

Aumento de la densidad ósea. Las alcachofas son uno de los mejores alimentos en el mercado para la adquisición de vitaminas y minerales como magnesio, fósforo y manganeso. Estos minerales son partes esenciales del aumento de la salud y la densidad ósea según los estudios, lo que reduce las posibilidades de enfermedades como la osteoporosis.

Mejoran la función cerebral. Hay una serie de aspectos de las alcachofas que los hacen beneficiosos para la salud del cerebro. Su calidad como vasodilatador permite que llegue más oxígeno al cerebro para una función cognitiva más elevada. El fósforo, un mineral esencial que se encuentra en las alcachofas, se encuentra en las células del cerebro. Las deficiencias de fósforo se han asociado con una disminución grave de la capacidad cognitiva.