Deporte y Vida

DIETA PARA EL VERANO XXIII

Dieta de la bella durmiente: muy peligrosa forma de perder peso

Desgraciadamente, vivimos en el mundo en el que la gente lo quiere todo para antes de ayer. La dieta de la bella durmiente no es la solución para perder peso

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Dieta de la bella durmiente: una muy peligrosa forma de perder peso
El Confidencial

Siempre avisando sobre los peligros de las dietas milagro, sobre todo por su efecto rebote y sus negativas consecuencias para la salud y para nuestro peso de cara al futuro, y ahora sale una dieta que es quizá más peligrosa que otras que ya hemos analizado en Deporte y Vida: se llama dieta de la bella durmiente y no, no es nada recomendable llevarla a cabo. Dietas líquidas, dieta del delfín…si te prometen perder una brutalidad de kilos en poco tiempo, no la hagas. Cambia de hábitos alimenticios, es lo mejor que puedes hacer.

Pero, ¿por qué esta “dieta” (si se puede llamar así) es tan peligrosa? Primero, porque no es ninguna dieta. Atiborrarse a tranquilizantes como benzodiacepinas para entrar en un estado de sueño continuo está claramente contraindicado, no solo por los efectos secundarios de estos fármacos, sino porque no podríamos realizar competentemente nuestras actividades diarias. En segundo lugar, porque no se trata de sustituir alimentos, tomar batidos o cualquier estúpida moda: directamente te dice que no comas nada, en su versión más extrema.

Incluso versiones menos extremas de esta dieta pueden ser problemáticas: si te levantas a mediodía para tomar un refrigerio o algo de comer, o recurres a los alimentos cuando no puedes dormir y tienes que tomar pastillas para dormir para controlar tus hábitos, te estás perdiendo tu propia vida y, literalmente, te estás dañando gravemente la salud. Los tranquilizantes son para personas que sufren depresión o ansiedad, no para alguien que quiera bajar de peso.

Dicho esto, dormir (dormir sano) es vital para ayudarte a mantener o perder peso. Investigaciones como esta muestran la relación entre poco sueño y obesidad, y además, cuando estás cansado durante el día porque no has dormido lo suficiente, tu cuerpo necesita azúcar o cafeína para proporcionarte la energía que te falta, por ello recurres a antojos y comes peor de lo que deberías.