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ENFERMEDADES

La golfista Azahara Muñoz padece la enfermedad de Hashimoto

Acaba de publicar una carta en la revista Ten Golf donde confiesa su enfermedad, cómo se dio cuenta, qué siente, y cómo está tratando de compaginar su trabajo y su vida.

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La golfista Azahara Muñoz padece la enfermedad de Hashimoto

La enfermedad de Hashimoto es protagonista en una de las deportistas españolas, en este caso de la golfista Azahara Muñoz, quien hace apenas unas horas contaba en la revista Ten Golf cómo daba el paso de contar lo que le pasaba.

No quiere justificar malos resultados, ni mucho menos, sino contar que en ocasiones, no puede con su vida. Está agotada, cansada, y lo único que busca es desconectar. De hecho, es muy consciente de que con su paso adelante visibilizando la enfermedad puede ayudar a muchas personas a que se sientan mejor.

“Mirando atrás, me doy cuenta de que tenía esto de hace mucho, mucho tiempo, pero lo síntomas no empezaron a ser más obvios hasta hace tres o cuatro años. Los días eran muy duros. Estaba cansada todo el tiempo, tenía frío, ansiedad… Pero nunca pensé en pedir ayuda. Nunca pasó por mi cabeza, porque pensaba que era mi culpa. Y siendo, como soy, una persona muy obstinada y trabajadora, seguí exigiéndome mucho.

Primeros síntomas

Muñoz no estaba escuchando a su cuerpo, sentía que algo iba mal pero no sabía el qué. La pérdida de cabello, incluso calvas, fueron la voz de alarma y la manera que tuvo su cuerpo de llamar la atención sobre esta enfermedad autoinmune.

El cansancio, el sentir frío todo el rato, el no querer salir a dar una vuelta, quedar con los amigos, ir a cenar, fueron otros síntomas que ella achacaba a exceso de profesionalidad, o de rigor con el trabajo.

Cómo afronta la enfermedad

Desconectando. Dejando de trabajar si es necesario, saliendo a pasear si lo necesita. Intentando que su cuerpo no sufra el estrés de tener que estar siempre con la cabeza en el trabajo, siempre sufriendo estrés.

“Estoy tomando medicamentos, pero también he cambiado mi dieta y la forma en que vivo. Tenía que hacerlo. Pero quiero ser honesta y no quiero que penséis que estoy al 100% todo el tiempo. Me siento mucho mejor, he recuperado energía, mi cabello está creciendo nuevamente, me siento tranquila, pero todavía tengo mis días.

“A veces estoy tan cansada que no sé cómo voy a terminar el día. Cuando estoy en torneos, es mucho más fácil por la adrenalina, imagino… Pero cuando estoy en casa es un poco peor. A veces, completar el entrenamiento es una batalla. Pero ahora sé que lo estoy haciendo bien y estoy escuchando mi cuerpo. No siempre lo hago eso, pero sí la mayor parte del tiempo. Y todavía lucho con esto porque soy muy trabajadora y quiero hacer mucho, pero ahora sé que simplemente hay veces que no puedo. ¡Aún lo hago a veces y lo pago más tarde! ¡Todavía estoy aprendiendo!”

Esta enfermedad no tiene cura, pero con medicamentos y cambios de actitud como está haciendo Muñoz, se pueden paliar algunos de sus efectos.