La sauna en algunos países es algo más que cultural. Es un hábito, una costumbre, incluso una bienvenida al extranjero. Sí, se dan casos de llegar a casa de familiares, o amigos, o suegros y que tengas que desnudarte para entrar a compartir una sauna.

Más allá de un precepto social, la sauna es beneficiosa para la salud. Según la revista Time, las personas que usaban la sauna de manera habitual, varias veces por semana, tenían menores tasas de ataque cardíaco, hipertensión e incluso demencia, y es que parece probada la relación entre la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la salud cardiovascular.

El estudio

Los investigadores finlandeses analizaron a 102 personas antes y después de una sesión de sauna de 30 minutos para ver qué sucedía, y entre los resultados vieron que su frecuencia cardiaca aumentó hasta 120 latidos, igual que se hubieran estado haciendo ejercicio a intensidad moderada, aunque por supuesto, una sauna no es tan salidable como hacer ejercicio. Poca gente además aguanta 30 minutos dentro de una sauna.

También se observó que para los músculos para nada es lo mismo tomar una sauna que un entrenamiento real. Pero, la respuesta a nivel circulatorio es similar, por lo que tomar una sauna sería beneficioso para el corazón.

Además de ser la sauna un lugar para relajarse, es también un lugar donde evitar el estrés físico y mental, donde descansar, donde desconectar, factores que influyen en la presión arterial y en las dolencias cardiacas.