Deporte y Vida

PSICOLOGÍA

El adiós de Torres, ¿qué pasará por su mente?

“Para decir adiós hay que estar preparado y para eso hay que sentir que una etapa se termina, eso facilita el duelo, el cual, además, se sostiene en las relaciones que el jugador tiene con su entorno, familia y Club”, nos explica el psicólogo Eduardo Torres Celdrán.

0
El adiós de Torres, ¿qué pasará por su mente?
JAVIER SORIANO AFP

El delantero del Atlético de Madrid Fernando Torres dice adiós al final de temporada al equipo de sus sueños. Una decisión nada sencilla y que le habrá llevado a tener una montaña de sensaciones.

Preguntamos a Eduardo Torres Celdrán, Psicologo, Psicoterapeuta de Instituto Centta y profesor de psicología en la Universidad Francisco Vitoria.

Fernando Torres dice adiós, ¿cómo puede estar viviendo este intenso momento?

En el fútbol pasa una cosa interesante desde el punto de vista psicológico, al tratarse de un deporte en equipo en el que tú compites por y para un club, como ocurre con otros deportes de equipo, se generan sentimientos de pertenencia al grupo y a la institución, pero a diferencia de otros deportes de equipo, como puede ser la NBA donde la decisión del equipo en el que juegas depende exclusivamente de decisiones económicas o de políticas internas del club, en el fútbol el jugador tiene más margen para decidir donde jugar. Esto implica que esta pertenencia es mucho mayor e incluso pasa a ser un elemento identitario, en tanto que la pertenencia o la relación me define a nivel personal, especialmente si es el club de la ciudad donde nací, o se trata del club donde me formé.

Me refiero a esto porque a la hora de decir adiós no podemos quedarnos comparar a un trabajador que dice adiós a una empresa, no es el cese de una relación laboral exclusivamente, Torres dice adiós a una relación con una institución que le identifica a nivel personal, con lo cual, lo esperado es que en este adiós haya muchos sentimientos y variables personales.

El Atlético de Madrid ha sido como su familia.

Torres afronta sus últimos partidos como jugador del Atlético de Madrid.

Cabe destacar que al tratarse de una relación entre Torres y el Atlético, el club también se identifica a través de Torres por ser un jugador de la casa y así se manifiesta a través de los aplausos de la hinchada que vienen a representar ese ritual de afecto similar a las muestras de cariño en una relación de pareja y le hacen saber que es historia del club.

La historia entre Torres y el Atlético, es la historia de una relación de pertenencia madura y sana, ya que a lo largo del tiempo las decisiones que ambos han ido tomando les ha permitido crecer. Que Torres se fuera al Liverpool fue una decisión complicada y dura pero necesaria desde el punto de vista evolutivo, tanto para el club como para el jugador. Es un gran ejemplo porque en la decisión se sopesan además de los sentimientos y afectos, el bienestar y las necesidades de ambos, cosa que, como podemos comprobar en otras historias relacionales, no siempre se hace de la mejor forma. Véase la historia relatada por Joaquín con el entonces presidente del club al que pertenecía, Lopera.

¿Era el paso lógico ahora?

Al tratarse de una pertenencia madura resulta más sencillo decir adiós ahora, no solo porque no es la primera vez, si no porque en esta relación existe la costumbre de aceptar las necesidades individuales de ambas partes y un respeto mutuo que se antepone a lealtades sentimentales o a intereses egocéntricos que acaban por deteriorar la relación.

Aceptando esta realidad, para Torres ha tenido que ser una decisión difícil, sin duda, por lo que significa, pero esta relación que ambos han construido permite que se respeten las necesidades de ambos (club y jugador) y por ahí, en la medida que se sienta apoyado y respetado le resultará más sencillo y por otro lado nunca se pierda la parte identitaria, Torres seguirá siendo al Atlético lo que al Atlético a Torres, esto facilita un adiós que más que probable que sea un hasta luego ya que el lazo no se rompe.

¿Cómo será su futuro, cuánto pesará esta decisión?

La decisión, desde mi punto de vista parte de una etapa de su ciclo vital y laboral que le obliga a tomar decisiones valorando lo que le queda, lo que aporta y lo que recibe a nivel laboral por un lado y por otro una mirada a quién es él a partir de ahora o que quiere ser a además de futbolista. Esta crisis habitual en los jugadores de alto rendimiento que se ven obligados a "jubilarse" antes de tiempo es habitual y requiere de cambios que le faciliten la metamorfosis identitaria cuando uno deja de ser jugador de futbol. Esta crisis va acompañada de procesos de duelo, por la propia pérdida de físico, por la pérdida de rol y de poder que pueden cursar con estados depresivos, ansiosos o angustia.

Además de los elementos relacionales hay elementos personales en como el jugador afronta estas cuestiones, las crisis evolutivas, los cambios de ciclo, las despedidas. Si hablábamos de la relación madura que club y jugador han construido y que facilita estas decisiones, hablamos también de una personalidad asentada que ha tenido que hacer frente a otras situaciones complejas a nivel deportivo que implican una presión y estrés muy elevado y que probablemente le hayan preparado para afrontar esta con serenidad y convencimiento.

Para decir adiós hay que estar preparado y para eso hay que sentir que una etapa se termina, eso facilita el duelo, el cual, además, se sostiene en las relaciones que el jugador tiene con su entorno, familia y también, como abordábamos en el comienzo, con el club.