El temporal de frío, viento, nieve y lluvia que se vive esta Semana Santa en gran parte de España nos permite fijarnos en un hecho aparentemente sencillo, como es quitar nieve, pero que puede derivar en algo mayor, como es un infarto.

Así lo señalan desde el Northside Regional Medical Center, en Estados Unidos, y avisan de que intentar hacer más de lo recomendado o seguir un ritmo excesivamente fuerte puede tener graves consecuencias.

Cómo prepararse ante la nieve

Ya sea a la puerta de casa, en la estación de esquí, en el pueblo, o para ir al coche, es muy importante abrigarse, una manera de evitar la congelación y la hipotermia, sobre todo porque si estás con la pala el esfuerzo va a ser grande, y hay que ir abrigado, pero no descuidar un defecto de ropa y salir a cuerpo.

La nieve, el hielo, y depende de la hora, puede ser un arma de doble filo por el esfuerzo, el sudor, y la fuerza que hay que hacer. En este centro hospitalario señalan que cada vez que hay una nevada los infartos de corazón suben significativamente.

Quienes se esfuerzan en quitar la nieve de los pasos a las casas, el coche, la carretera, hacen un esfuerzo muy intenso, llevan el cuerpo a una tensión excesiva además de con una temperatura que hace que el cuerpo tenga que esforzarse más por no congelarse.

La presión arterial aumenta, la frecuencia cardiaca… es importante reconocer las señales rápidamente para bajar el ritmo y si los síntomas persisten acudir lo antes posible a un centro médico. El aire frío también contrae los vasos sanguíneos y disminuye el oxígeno al corazón.