Deporte y Vida

ESTILO DE VIDA

Si naciste entre 1977 y 1983 eres un ‘xennial’

Tu merienda era membrillo con pan, comías paella y fabada el fin de semana, las excursiones a la montaña eran con cantimplora y una gorra y los fines de semana eran para descansar de verdad.

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Si naciste entre 1977 y 1983 eres un ‘xennial’

Ahora que todo lleva etiquetas y la última palabra que hemos descubierto es ‘viejennial’, aunque en algunos lugares lo llaman ‘centennial’, añadimos la palabra ‘xennial’, aquella que engloba a los que nacieron entre 1977 y 1983.

Es la última generación que no tuvo internet, que vio llegar el router y su característico sonido a su casa; vieron cómo los primeros teléfonos móviles se popularizaban, el fútbol se metía a un horario unificado, y salir a la calle a correr era de raros; sin olvidar que las zapatillas deportivas se compraban en PRYCA o Continente.

La nutrición ‘xennial’

Los ‘xennial’ han visto cómo las meriendas de bocadillo de chorizo han quedado desterradas por batidos de proteínas, super alimentos y copos de avena. Merendar membrillo y pan era una delicia, y ahora casi es un delito.

Hacer la compra antes era la cosa más normal del mundo y ahora se ha convertido en una clase de nutrición y ciencia con la calculadora en la mano. Tu madre te mandaba a comprar y el carnicero sabía lo que te llevabas. Ahora nadie responde a tus dudas cuando miras todas y cada una de las bandejas de un mueble lleno de carne. ¿Cómo quedará mejor esta muslo de pollo? Suerte si alguien te mira, raro será si alguien te contesta.

Los fines de semana se comía paella, cocido, fabada… la siesta era obligada, comías palomitas en el cine, cenabas hamburguesas, y el lunes estabas como una rosa. No había pasado nada y tu nutrición no estaba en peligro.

Ahora hay que cocinar a baja presión, leer el libro de instrucción del nuevo robot que te dará una espuma rosa de cada plato y dejar los alimentos al sol durante siete lunas para aprovechar todo su potencial.

La vida deportiva ‘xennial’

En los años ‘80 y ’90 ibas a la montaña de excursión, con cualquier ropa, una gorra de publicidad y una cantimplora. Ahora hay que hacer un estudio técnico de calzado, permeabilidad, mochilas hidratantes, litros y tiempo de exposición al sol…

Nadie corría por las calles como ahora, sólo los más osados salían en pantalón corto y camiseta de publicidad diversa a correr por la calle. Tres tallas más grandes, así eran las camisetas de promoción, de algodón suave y desgastado que nunca pasaban de moda. Ropa cómoda para correr sin importar la velocidad del viento y la incidencia de la luz en nuestra piel.

El fin de semana nuestros padres jugaban al frontón en el pueblo. Ahora compiten por las marcas de las diferentes maratones por Europa. De hecho, ¿alguien más allá de la generación ‘xennial’ sabe lo que es un frontón?

¿Qué ha pasado para que todo cambie tanto?