Deporte y Vida

SALUD

Cuando vives obsesionado con tus mascotas...o la petofilia

Si vives obsesionado por tu perro, tienes varios animales en casa o te preocupas en exceso por ellos, quizá sufras de un trastorno llamado petofilia

0
Nos preguntamos si realmente existe la petofilia, un nuevo trastorno

Probablemente hayas escuchado leyendas urbanas sobre esa anciana que tiene docenas de gatos, un tipo que colecciona serpientes y nunca sale de su casa porque está cuidando de ellas, o alguien que gasta incluso miles de euros (si se lo puede permitir) en ropa para su mascota.

Tener una mascota no es malo: de hecho, recientemente comentábamos en un artículo que tener un perro puede ser muy bueno para la salud, según un estudio científico sueco que encontró que las muertes por enfermedad cardiaca disminuyen al contar con uno como acompañante en vida. Pero claro, existen casos normales (quien disfruta de un animal) o casos extremos (aquel que está obsesionado con ellos y les cuida y mima como si le fuera la vida en ello).

Según hemos leído en Webmd, Kim Swank, de 35 años, de Layton, Utah, se gastó alrededor de 7.000 euros en un tratamiento para un querido miembro de la familia: no fue por su marido, hermano o padre, sino por Wilson, su amado perro. "La gente se acercaba a mi marido y decía:" ¡No puedo creer que hayas pagado tal cantidad para mantener saludable a un perro!, según cuenta la señora a este medio.

También existen otros casos: gente que se queda sola o le gusta permanecer sola con sus mascotas, porque lo disfruta y vive empeñado en cuidar de animales. No ya por una cuestión de humanidad, sino de obcecación.

Algunas personas creen que esto suena como una obsesión que podría ser perjudicial para la persona y la propia mascota. Sin embargo, muchos otros creen que una persona puede tener la libertad para hacer lo que le venga en gana, siempre y cuando no ocurra ningún daño o descuido. Para ellos, hacer todo lo posible por su animal es un comportamiento completamente racional y afectuoso. Pero puede llegar a ser enfermizo, aunque no esté clasificado como enfermedad.

Según hemos podido leer en Muy Interesante, el periodista norteamericano, uno de los expertos que más ha escrito sobre este comportamiento, “nos hallamos ante un caso de petofilia si el afectado solo siente satisfacción cuando tiene contacto con seres irracionales y se aísla de su entorno, si limita completamente su forma de vivir o si el individuo enganchado a este vínculo anómalo quiere desligarse de él pero se siente incapaz de hacerlo”.

El acaparamiento de animales es una forma de abuso donde las personas adquieren un número excesivo de mascotas y pueden no creer ni reconocer que están haciendo algo mal. A los ojos del acaparador, están salvando animales. El problema radica en que la obsesión por tener animales y ocuparse en demasía de ellos es inseguro e insalubre para las mascotas y las personas involucradas.