Gente mirando el móvil continuamente mientras está en una máquina con gente esperando, higiene que deja que desear, no llevar toalla, andar desnudo completamente por el gimnasio…hay un montón de actitudes reprobables en alguien que acude a entrenar, y por ello te vamos a decir los mandamientos que debes seguir si quieres ser alguien ejemplar.

Honra el grifo de agua

Si tan solo quieres dar unos sorbos de agua en el grifo de agua antes de continuar con tu entrenamiento rápido, no hay nada más desesperante que encontrarte a dos personas delante que están llenando sus botellas gigantes y no te dejan pasar. Si alguien sin un recipiente se pone detrás de ti, déjale pasar primero y sé elegante.

No hacer series gigantes en un gimnasio lleno de gente

Esto debería ser lo más obvio y se explica por sí mismo, pero muchos simplemente no lo entienden. El gimnasio es un espacio público, y los pesos pertenecen a todos. Si el gimnasio está casi vacío, circula todo lo que quieras entre máquinas. Pero si está lleno (como lo es la mayoría de los días laborables después de las horas de trabajo), no te quedes con un montón de pesas o barras a tu lado. Si necesitas varios pares de pesas para una serie gigante, prepárate para que otras personas puedan trabajar también en su ejercicio.

Deja la máquina que has usado limpia y recogida

Imagínate que eres uno de los tipos grandes del gimnasio, estás haciendo prensa y has dejado un montón de discos (además de sudor) en ella, y ni si quiera te molestas en dejarla como estaba antes. Es de muy mala educación, ya que quizá la siguiente que quiera usar la máquina sea una mujer que no trabaje con grandes pesos, y seguramente tenga que pedir ayuda a un monitor para desmontar todos los kilos. Sé respetuoso también con la higiene y limpia con tu toalla el sudor que has desprendido.

No vayas desnudo por el vestuario

No, no es necesario que la gente vea tus partes más íntimas mientras recorres el camino hacia la ducha o hacia la sauna. No es malo sentirse a gusto con el cuerpo de uno mismo, pero ten respeto por los demás ya que te cuesta nada ponerte una toalla encima.

Deja el teléfono en el vestuario (a no ser que sea para escuchar música)

Sí, esto lo incumplen la mayoría de personas, desgraciadamente. No es agradable estar esperando a usar una máquina mientras otra persona postea en las redes sociales su opinión sobre cualquier tipo de tema o se está grabado haciendo ejercicio. Además, si quieres obtener resultados en el gimnasio, el móvil te va a distraer y la sangre va a dejar de fluir hacia tus músculos si descansas demasiado entre series.

Ayuda a los demás

Sí, es cierto que quizá haya un novato levantando más peso del que puede y de repente, entre en fallo muscular y se quede colgado con la barra. No hay nada más educado y cordial que ayudarle y explicarle cómo funcionan las cosas, que quizá debería quitar más peso, que la técnica es lo primordial…sobre todo si eres un usuario experimentado. Además, si alguien solicita tu ayuda para realizar un levantamiento máximo, préstate. Quizá mañana seas tú quien lo necesite.

No interrumpas en medio de una serie

La inmensa mayoría de la gente suele estar concentrada en su ejercicio cuando está levantando peso, por lo que no deberías ponerte a charlar con alguien o pedirle algo mientras está en ello. Si lo que quieres es usar la misma máquina, espérate a que termine y pídele amablemente que os turnéis.