Según el último informe de Journal of Nutrition del Reino Unido, una dieta basada en verduras podría llegar a ahorrar hasta 6 billones de euros en el sistema sanitario los próximos 20 años. Un dato además que reforzaría la salud de los consumidores.

El ritmo de vida actual, comprar todo rápido y listo para consumir porque no hay tiempo, sería un avance sanitario y económico. Volver a la pausa importante para comer, para masticar, para elegir, para alimentarnos como una fuente de ejercicio saludable. Una alimentación basada en la soja y en la dieta mediterránea según otro informe de la Universidad de Ghent, llegaría a ahorrar hasta 8 millones de euros. No hablamos sólo de un ahorro sanitario, sino también en medicamentos, en prevención, un ahorro que va enfocado a la salud de la población.

La importancia de la dieta mediterránea

Cuando se habla de esta dieta, no excluye ni mucho menos la carne ni el pescado, sino que el foco de la alimentación sea, como en la dieta mediterránea, las hortalizas, las verduras, los cereales, las nueces… frutos secos al final en todas sus variantes cargados de energía y oligoelementos necesarios para el buen funcionamiento del organismo. De la misma manera que no olvidar el aceite de oliva virgen extra, un producto que realmente podría ser un super alimento para nuestra salud y que en muchas ocasiones se olvida.

El hecho de llevar una dieta variada haría que enfermedades cardiovasculares, diabetes, ictus, algunos tipos de cáncer, no aparecieran de manera tan temprana en la población y no fueran enfermedades crónicas. Además, en las cifras de los estudios, una dieta variada repercutiría en el hecho de que durante décadas los problemas de salud son un gasto brutal para el sistema.

Enseñar a comer adecuadamente, volver a conocer la importancia de los alimentos, el hecho de hacer la compra de manera sensata y planificando un menú variado son algunas de las herramientas que habría que implementar para que la nutrición vuelva a estar en el objetivo número 1 de nuestra salud.