El éxito del parkour más allá de las fronteras
La asociación de Madrid promueve la dedicación, la autosuperación, el esfuerzo, la colaboración en lugar de la competición, el respeto por los demás y por el medio ambiente, la igualdad y la honestidad.
La ciudad, la calle, el metro, el tren, las escaleras… son algunos de los elementos de los que el parkour se sirve. El Parkour o arte del desplazamiento es una disciplina deportiva, callejera, que consiste en desplazarse por el medio (ya sea urbano o natural), superando cada obstáculo que veas en tu camino y con las únicas habilidades de tu cuerpo.
Nació en Francia, David Belle es uno de los referentes, un joven parisino que estudió en la escuela militar y también formaba parte del cuerpo de bomberos en los años ’50. Desde entonces, casi en cada país se practica el parkour.
Valores del parkour
Esta práctica deportiva de la calle es un método de entrenamiento en el que se busca desarrollar las capacidades físicas para desarrollar y difundir una serie de valores tales como la dedicación, la autosuperación, el esfuerzo, la colaboración en lugar de la competición, el respeto por los demás y por el medio ambiente, la igualdad y la honestidad.
Durante muchos años se relacionó esta práctica con las pandillas callejeras y el vandalismo, pero no es así. Los traceurs, quienes practican parkour, son algo más que los que saltan por bancos y escaleras. La calle es el gimnasio.
Hay una asociación en Madrid, AMPK, que entrena a grupos, tanto novatos como expertos, haciendo rutas por la ciudad. El objetivo es que el parkour sea reconocido dentro de la sociedad como una disciplina que promueve hábitos de vida saludables, unos valores positivos para cada individuo y para la sociedad en general, una forma de expresión para quien lo practica y una forma de socialización; y que, a su vez, la visión que se tenga del parkour no se relacione jamás con el vandalismo, la destrucción del mobiliario urbano o la temeridad y el riesgo innecesario a la hora de practicarlo.
Las lesiones son un tema en el que hay que incidir, ya que en muchas ocasiones si no conoces la zona en la que vas a saltar o subir, y ahí puede estar el error. Las rodillas y los tobillos son los puntos más débiles, por eso debe reforzarse la musculatura, entrenar y estirar siempre antes y después. Las elongaciones y los esguinces son muy comunes.
En muchas ciudades y localidades hay parques específicos donde practicar y mejorar la técnica, ver saltos, distancias… Una manera de acercar la disciplina a los nuevos y perfeccionar determinadas técnicas.
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