Recuperarse de las lesiones según se van cumpliendo años es cada vez más lento. El cuerpo lleva otros ritmos. Por eso los futbolistas de la alta competición apuestan por todas las técnicas para mejorar su rendimiento. Es lo que está haciendo Zlatan Ibrahimovic, el jugador del Manchester United entrenando en una cámara hiperbárica.

El jugador quiere como sea volver a estar a su máximo nivel. Su contrato en Inglaterra finaliza el 30 de junio y los rumores apuntan a un cambio de continente. Mientras tanto, y aunque no cuenta para Mourinho, él sigue queriendo ser el mejor, por eso está realizando estos entrenamientos.

La oxigenación hiberbárica

La oxigenación hiperbática es un tipo de tratamiento en el que se obtienen elevadas presiones parciales de oxígeno en el organismo, sobre la base de respirar oxígeno puro en el interior de una cámara hiperbárica, a una presión superior a la presión atmosférica normal.

Tiene sus fundamentos en la medicina del buceo. De hecho sus comienzos se remontan a la década de 1930 cuando se comenzó a utilizar la respiración de oxígeno en las descompresiones de los buzos para acortar las mismas.

Si bien la medicina hiperbárica se utilizó desde el siglo XVII, fue hacia 1960 en Ámsterdam cuando se realizó el primer congreso de oxigenoterapia hiperbárica aplicado a patologías ajenas al buceo, donde fundamentalmente se la aplicaba a las infecciones producidas por gérmenes “anaerobios”.

El oxígeno respirado a presión se disuelve en el plasma, que es uno de los componentes de la sangre, siguiendo una ley física. De esta manera se logran grandes cantidades de oxígeno en la sangre arterial y venosa, que son aprovechadas por los tejidos.

Estos niveles elevados de oxígeno son los causantes de los diferentes efectos de la oxigenación hiperbárica tales como:

-efecto antiinfeccioso

-desedematizante

-detoxificante

-formador de vasos nuevos

-estimulador de la formación de colágeno

-aumento de la velocidad de cicatrización

Zlatan está realizando ejercicios de resistencia en la bicicleta para ampliar su capacidad pulmonar, oxigenar su cuerpo y tener más capacidad de aguantar un partido completo. El jugador, de 36 años, sólo ha disputado 5 partidos de Premier League y 1 de Champions, y aún no ha marcado un gol. La presión por los nuevos fichajes en su equipo hace que tenga que entrenar con toda la ciencia a su alcance para recuperar su forma física.