La falta de vitamina D es un problema en muchos países nórdicos, pero empieza a llegar también a España. No sólo por el estilo de vida sedentario y de interior que cada vez hacemos más, sino por la extremada protección y celo que se tiene con los factores de protección solar. Parece una incongruencia, pero es cierto. Incluso los cambios a nivel laboral, pasando mucho tiempo en las oficinas y en el interior de las casas, incluso el aumento de los turnos nocturnos. Y la vitamina D es absolutamente necesaria para nuestra salud, para nuestros huesos, para nuestro cerebro…

Vamos a descubrir hoy en qué alimentos encontrar la vitamina D para no tener que recurrir sólo a la medicación, sino absorber la vitamina a través de la nutrición. Es posible que estés consumiendo alimentos con un bajo nivel de vitamina D, así que la lista que os ofrecemos de los alimentos que por cada 100 gramos tienen más valor nutricional para este caso:

-250-300 microgramos en el aceite de hígado de bacalao

-8-25 mcg en las anguilas ahumadas y arenque

-16 mcg en el salmón

-4 mcg en la caballa

-3,8 mcg en la carne de ternera

-1,7 mcg en el hígado de vacuno

-2,9 mcg en los huevos (total)

-1,2 mcg en la mantequilla

-2,5 a 7,5 mcg en la margarina enriquecida con vitamina D

-1,3 mcg en el queso Gouda

-0,19 mcg en requesón (40% de grasa)

-0,06 a 0,09 mcg en la leche entera y el yogur (3,5%)

El aceite de hígado de bacalao contiene los niveles más altos de vitamina D, pero su consumo proporciona muy baja cantidad de vitamina D. Por otra parte, el consumo de pescado graso en nuestras latitudes suele ser muy bajo.

Las yemas de huevo, la mantequilla y el queso son frecuentes en las dietas habituales pero se consume muy poca cantidad diariamente, aunque figuran entre los alimentos con mayor cantidad de vitamina D.

Los hongos y los aguacates contienen vitamina D2, un precursor de la vitamina D3.

Caminar al sol durante 20 minutos al día en invierno no es suficiente. Además, dependiendo de la zona donde vivamos, puede que la contaminación impida que los rayos UV llegan a nuestra dermis, por lo que no estaremos teniendo los beneficios que buscamos y sólo estaremos absorbiendo polución.

El sol que hemos tomado en verano se agotaría unos dos meses después, por eso en el otoño sufren los bajones de ánimo, las bajadas de defensas, y necesitamos ese aporte extra de vitaminas.