Perder el pelo es una realidad para muchos hombres que ven cómo se quedan calvos antes que sus padres y la mitad de sus amigos… ¿qué está pasando? El estrés. Uno de los trastornos que más afecta a la sociedad. La pérdida de cabello es una respuesta negativa a nuestra salud, tanto física como mental. Por ello hay que prestarle atención.

Según la doctora García Matas, directora médico de Svenson, “el estrés desencadena una cascada hormonal dentro de un proceso biológico global. En concreto, el aumento de la hormona ACTH que, acumulada en grandes cantidades, puede provocar un debilitamiento del folículo piloso”.

El estrés hace no sólo que el cabello esté más fino, frágil, sino que también se rompa y llegue a caerse. Así empieza la alopecia por estrés o la alopecia nerviosa o emocional. En situaciones de estrés muy pronunciadas se puede acelerar el ciclo de caída afectando hasta un 70 % de la totalidad. Por ello “reconocer a tiempo una crisis de estrés o ansiedad puede librar al cabello de una situación traumática hoy, que se verá reflejado meses después”, afirma la doctora.

En pocos meses, si los nervios, la ansiedad, la tensión desaparece, el cabello vuelve a su estado habitual, aunque si el cabello se ha perdido por algún trauma o una situación más compleja, puede tardar mucho en volver a estar como estaba.

“En el caso de la alopecia emocional, la clave en primer lugar es tratar la causa nerviosa que la provoca, con terapias de relajación, ejercicios de respiración… Y, por supuesto, acudir a un experto médico en salud capilar para un análisis exhaustivo del cabello y cuero cabelludo para definir el problema a nivel capilar y revisar los hábitos diarios alimenticios del paciente.”

Como en todo, es conveniente llevar una vida saludable, dormir 8 horas, comer abundante fruta y verdura, hacer ejercicio de manera regular, beber una media de dos litros de agua, organizar las tareas del día a día para evitar situaciones de estrés…

Tratamientos de choque contra la alopecia

Si la alopecia persiste, se pueden utilizar tratamientos como,

-tomar minoxidil (un medicamento que se usa para estimular el crecimiento del cabello y frenar la caída del pelo)

-láseres de baja intensidad

-complejos nutricionales

-alimentos ricos en vitaminas B (oligoelementos, hierro, zinc o aminoácidos)

-inyecciones de mesoterapia capilar para acelerar la recuperación