Aunque lo que es "convencional" puede debatirse extensamente, ciertas cosas están definitivamente fuera de lo que se puede considerar 'pervertido', y la hibristofilia es una de ellas. Clasificada como una parafilia sexual o perversión, constituye esencialmente la atracción sexual y romántica hacia alguien debido a los crímenes violentos y horripilantes que ha cometido.

El psicólogo John Money acuñó el término en los años 50 e indicó que afectaba sobre todo a mujeres heterosexuales, y su definición es la de "una parafilia sexual en la que un individuo obtiene excitación sexual y placer de tener una pareja que se sabe que ha cometido un delito, como violación, asesinato o robo a mano armada". También se conoce como el “Síndrome de Bonnie & Clyde”.

Hay dos tipos de hibristofilias, pasiva y agresiva. Los pasivos se sienten sexualmente atraídos por el criminal, pero no participan en la comisión de los crímenes. A menudo creen que pueden cambiar este comportamiento o "rescatarlo" de ser un criminal. Tienden a dar excusas por el comportamiento violento y creen que no serán perjudicados personalmente por su "amante".

En la hibristofilia agresiva, las personas ayudan activamente a los criminales atrayendo víctimas, escondiendo cuerpos o incluso cometiendo estos crímenes. A menudo carecen de la comprensión de que su pareja o amantes son psicópatas e incapaces de amar, y que probablemente estén siendo manipulados. Se sienten atraídos por su amante debido a su naturaleza violenta, pero también quieren sentirse amados por ellos.

La realidad es que no existen muchos estudios científicos sobre la hibristofilia ni datos sobre cuánta gente tiene tendencias hibristófilas, ya que no es una enfermedad sino una preferencia sexual que se puede manifestar en distintos grados de intensidad.

El caso Charles Manson

Charles Manson fue un criminal estadounidense y líder de culto que creó una comuna llamada ‘Familia Manson’. Era tan encantador e impresionante que sus seguidores cometieron una serie de nueve asesinatos bajo su influencia. Manson tenía una gran base de admiradoras femeninas. Apareció en periódicos clandestinos como 'Hombre del año' e incluso obtuvo una foto de portada y una historia en la revista Rolling Stone.

Otro caso similar fue el de Ted Bundy, asesino en serie y responsable de la muerte de decenas de personas que llegó a casarse con una admiradora después de haber sido condenado y recibía multitud de cartas de amor en la cárcel mandadas por diferentes mujeres.