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Cada español pierde de media 17 días laborables al año a causa del dolor

El coste del dolor crónico en España es de 15.000 millones de euros al año. La lumbalgia es la principal causa del gasto público: hasta el 80% la padece

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Cada español pierde de media 17 días laborables al año a causa del dolor

El promedio de días perdidos por dolor en España es de 16,8 al año, según refleja el artículo Costes del tratamiento del dolor versus su no tratamiento, una aproximación a la realidad de Portugal y España en este sentido, elaborado por los doctores Miguel Ángel Caramés y Minerva Navarro, del hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín.

A través de este artículo, los doctores han querido demostrar que, si bien en España no se tienen datos concretos y objetivos del coste de las Unidades del Dolor, consideran una evidencia que el tratamiento del dolor, en especial del dolor crónico, resulta más beneficioso desde el punto de vista económico, que su no tratamiento.

Concretamente, los doctores Caramés y Navarro revelan las consecuencias de las dolencias más comunes en España: la lumbalgia es la principal causa del gasto público, pues hasta el 80 por ciento de la población la padece en algún momento a lo largo de su vida. Esta enfermedad genera dos millones de consultas al año en Atención Primaria y es la causa más frecuente de incapacidad laboral en adultos menores de 50 años.

Asimismo, el artículo de estos especialistas en dolor analiza el potencial ahorro en tres situaciones diferentes: el tratamiento del dolor agudo, el tratamiento del dolor en el ámbito de los cuidados paliativos y el tratamiento del dolor crónico.

En referencia al tratamiento del dolor agudo, la conclusión es que el potencial ahorro asociado a este tipo de dolor está “sobradamente documentado”, pues la correcta analgesia postoperatoria disminuye numerosas complicaciones cardíacas, las posibilidades de padecer trombosis o tromboembolias pulmonares, neumonías, etc. Desde el punto de vista económico, tratar adecuadamente el dolor agudo produce un elevado ahorro.

El coste del tratamiento del dolor en cuidados paliativos sigue unos patrones similares: su intervención supone un importante ahorro para el sistema sanitario, además de un indudable beneficio para el paciente. Se ha comprobado que los pacientes de cuidados paliativos con un eficaz tratamiento del dolor reducen sus visitas hospitalarias de 25 a 3,5 días (durante el último año de vida), lo que se traduce en un ahorro anual cercano a los 3,5 millones de euros por cada medio millar de pacientes.

Coste-beneficio del tratamiento del dolor crónico

La revista Journal of Pain publicó en 2008 un estudio de Gatchel y Okifuji que reflejaba que el ahorro durante la vida de una persona ascendía a 132.420 dólares en los casos en los que el paciente había sido tratado del dolor desde un abordaje biopsicosocial, es decir, en Unidades de Tratamiento del Dolor Multidisciplinarias, tomando como referencia a los pacientes tratados del dolor convencionalmente.

Asimismo, estos autores comprobaron que la tasa de retorno al trabajo tras el tratamiento del dolor en las Unidades del Dolor fue del 66 por ciento, frente al 27 por ciento de pacientes que trataron su dolor de manera convencional.

Aunque todos los estudios norteamericanos evidencian que los centros multidisciplinarios de tratamiento del dolor crónico son beneficiosos desde el punto de vista económico, no existen los mismos datos en nuestro país. En España no existen estudios que indiquen cuánto nos gastamos en tratar el dolor o cuánto cuesta el mantenimiento de las Unidades del Dolor.

A pesar de la falta de información y los pocos datos recopilados por la SED, los doctores concluyen que las Unidades del Dolor sí son beneficiosas desde el punto de vista económico por los siguientes motivos: Consiguen una disminución de gastos tras el cese del “peregrinaje” de los pacientes de un especialista a otro, con el consiguiente consumo económico en pruebas diagnósticas; disminuyen las demandas legales por negligencias médicas; disminuyen las complicaciones por accidentes laborales y consiguen retrasar o evitar cirugías costosas. Asimismo, la atenuación del dolor conlleva la disminución de los costes de la dependencia y las horas de trabajo perdidas.