Llevabas ya un tiempo sin fumar, pero has vuelto: un momento de debilidad, demasiado estrés, una boda rodeado de fumadores…hay muchas maneras de caer de nuevo, pero también otras tantas de volver a levantarse. No estás solo, ni te desanimes. Ya lo hiciste una vez y puedes volver a hacerlo, así que tómatelo como un aprendizaje de la situación que te llevó a volver a fumar.

Tu recaída te puede ayudar

Como mencionábamos, recaer no es malo, ni es el fin del mundo, y puedes aprender mucho sobre ello: analiza detenidamente la situación en la que te sentiste con ganas y caíste. Ahora es el momento de aprender nuevas estrategias para no volver a fumar, ahora te conoces más y sabes cuál es tu debilidad: úsalo como estrategia para construir desde las ruinas un nuevo y exitoso plan para dejar el tabaco por siempre.

Ya sabes lo difícil que es dejar de fumar porque ya has pasado por eso. Es un proceso que requiere tiempo y energía, y hacer un intento es lo más importante. ¿Te ha dado tiempo a notar algunos de los muchísimos beneficios que tiene dejar el tabaco? Pues es hora de centrarse en ellos para alcanzar tu nueva meta. Tu salud gana, gastas menos, tu aliento no apesta, te alejas del riesgo de cáncer, aguantas más haciendo ejercicio…

Dejar de fumar es como un experimento

El proceso de dejar de fumar es como un experimento científico. Comenzaste con una "hipótesis" de por qué necesitabas dejarlo. Lo probaste. Esta vez, no ha funcionado. Sin embargo, el hecho de que no hayas obtenido los resultados que deseabas no significa que sea un experimento fallido. Todavía hay algo que aprender de ello, como antes decíamos. En última instancia, estás tratando de encontrar la colección correcta de cosas que te ayudarán a mantenerte alejado de los cigarrillos todos los días. Algo no funcionó en esta estrategia que probaste, y ahora puedes cambiarla para tener más éxito.

Qué hacer en una recaída

Concéntrate en las próximas 24 horas. Trata de pensar solo en el día que viene. Deshazte del tabaco, el mechero, el cenicero o cualquier cosa que te haya recordado el momento. Ahora, lo más importante que puedes hacer por ti mismo es no fumar. Si eso significa estar rodeado de amigos no fumadores durante un tiempo, es más que necesario. Solo te acabas de desviar de tu curso y puedes volver a la pista. No importa cuántos resbalones tengas, siempre y cuando sigas tratando de dejarlo.

Habla con alguien en tu misma situación. Te puede ayudar una barbaridad, y más si es una persona que también está tratando de dejarlo o ha tenido una recaída, ya que te puede dar buenos consejos y pautas sobre lo que debes de hacer ahora. También puedes apoyarte en tu familia o en alguien que practique mucho deporte y te anime a salir a correr o hacer ejercicio con él para olvidar y quitarte el estrés de encima.

Analiza lo sucedido. ¿Qué pasó justo antes de que decidieras fumar? ¿Estabas en una fiesta? ¿Estresado? ¿Hambriento? ¿Hubo algún evento, persona o situación que lo haya desencadenado? Conocer esa información puede ser clave para evitar una recaída la próxima vez.