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¿Por qué se usa tanto la ecografía para diagnosticar problemas de corazón?

Según los expertos, la ecografía es la prueba más utilizada en la práctica clínica de la imagen cardíaca y la que presenta una mejor relación coste-efectividad.

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¿Por qué se usa tanto la ecografía para diagnosticar problemas de corazón?

Según los expertos, una ecocardiografía convencional es suficiente en el 80 % de casos para obtener un diagnóstico concluyente de las patologías cardiovasculares más prevalentes, lo que la convierte en la primera prueba en el manejo de los pacientes con sospecha de enfermedad cardiológica.

Tal como destaca el Dr. Artur Evangelista, experto en imagen cardíaca y director del Centro Diagnóstico Cardiovascular de Barcelona, “la ecocardiografía es una prueba médica autosuficiente ocho de cada diez veces en las que hay sospecha de un problema cardíaco y no es necesario hacer ninguna otra prueba complementaria para diagnosticar patologías como la disnea por problemas cardíacos, soplos y, en menor grado, arritmias o palpitaciones”. Además, añade Evangelista, “en el 20 % de los casos restantes, ofrece información fundamental para orientar al clínico sobre los siguientes pasos o las pruebas complementarias a realizar”.

Por ejemplo, la mitad de las consultas con sospecha de problemas cardíacos acuden a las consultas médicas por disnea (sensación de falta de aire o dificultad para respirar). En este tipo de pacientes ambulatorios, la ecocardiografía es la prueba de primera elección no solo para poder diagnosticar si el problema es de origen cardíaco, sino, además, para poder cuantificarlo y así poder empezar a tratarlo de manera casi inmediata.

Por esta razón, los expertos consideran que la ecocardiografía es la prueba que presenta una mejor relación coste-efectiva tanto en servicios de cardiología privados como públicos. Para Evangelista, se trata de una prueba que permite realizar un diagnóstico preliminar en menos de 5 minutos, no emite radiación y se puede instalar en la propia consulta del cardiólogo”. Todas estas características hacen que sea la prueba más utilizada en la práctica clínica, desde el cribado y triaje hasta su uso como guía en intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas.