Todavía no sabemos a ciencia cierta si los cigarros electrónicos son una solución al tabaco industrial o un problema añadido, ya que mientras algunos estudios sugieren que es menos dañino, otros dicen que es incluso peor.

¿Y ayudan a dejar de fumar? Pues podría ser todo lo contrario. Los adultos jóvenes de entre 18 y 30 años que usan cigarros electrónicos tienen cuatro veces más probabilidades de comenzar a fumar productos de tabaco tradicionales, según un estudio publicado en el American Journal of Medicine.

Para el estudio, los investigadores de la Universidad de Pittsburgh analizaron una encuesta de adultos estadounidenses (de entre 18 y 30 años) que fueron seleccionados al azar en 2013 para completar un cuestionario sobre su consumo de tabaco. En 2014, aproximadamente 18 meses después, los 915 participantes que dijeron que nunca habían fumado cigarrillos antes, completaron una encuesta de seguimiento.

Los resultados de la encuesta de seguimiento mostraron que casi el 50% de las personas que dijeron que usaban cigarrillos electrónicos en el primer cuestionario habían comenzado a fumar cigarrillos 18 meses después, en comparación con solo el 10.2% de los que no usaban cigarrillos electrónicos.

"Nuestros hallazgos sugieren que los médicos que tratan a los usuarios de cigarrillos electrónicos deberían aconsejarlos sobre su potencial dañino y sobre el alto riesgo de transición a cigarrillos de tabaco entre los no fumadores iniciales", dijo Brian A. Primack, el autor principal del estudio.