Aproximadamente, 1 de cada 4 personas sufrirá una depresión a lo largo de su vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) pondera la depresión como la primera causa de discapacidad a nivel mundial, afectando a más de 300 millones de personas. Dado que no es un tema tabú, es momento de saber ciertas problemáticas de esta patología, sobre todo si tienes un amigo que está sufriendo la enfermedad.

Sí, es una enfermedad. No, nadie se deprime por gusto o por debilidad. Debes tenerlo muy en cuenta antes de ayudar, ya que no es cuestión de hacer ver el lado bonito de la vida a tu ser querido. Simplemente hay que estar ahí, y hacer lo posible para que tu amigo se sienta a gusto con tu compañía. Es muy complicado ser capaz de comprender a alguien cuando está en ese estado, pero debes de hacer un esfuerzo.

Afecta a la autoestima. Una persona con depresión no solo trata de lidiar con los síntomas y con el estigma de la sociedad: además, tiene que tratar con la frustración de verse en el fondo del pozo y no ser capaz de salir adelante. Es por eso que la autoestima se ve muy mermada, y quizá llega un punto en el que el afectado no sabe valorarse a sí mismo como persona.

Personas heridas en el sentimiento. Ojalá fuera todo amor, compasión y apoyo de todos los que nos rodean, pero rara vez es el caso. Una persona con depresión puede que haya tenido problemas con amigos, familiares, en el trabajo, en la escuela…y quizá llegue un punto en el que observe con desconfianza todo lo que le rodea.

Todo carece de sentido. Bienvenido al mundo de la depresión. Es una patología que tiene mil caras diferentes. Es posible que tenga ciertos síntomas un día y síntomas completamente diferentes al día siguiente. Será confuso y frustrante, sobre todo si buscas ayudar, así que no te desesperes.

Depresión como costumbre. Debes estar preparado para tener un amigo que abiertamente, y con orgullo, viva con depresión. No es que se haya dado por vencido ni que esté completamente roto, solo es quizá parte de la personalidad de una persona que además es resistente a todo tipo de tratamientos. Debes aceptarle tal y como es, de la misma manera que él te acepta a ti seas como seas.

En realidad, te quieren ahí. Aunque no seas capaz de ayudar, es un punto muy importante. Simplemente estar, acompañar, compartir. Todo el mundo necesita apoyo y comprensión en determinados momentos, y en esta enfermedad más si cabe.

No olvides tu propio bienestar. Si dejas de hacer determinadas actividades de ocio por ayudar a una persona con depresión, ésta puede que se preocupe aún más, ya que su objetivo es no molestar a nadie. Suelen verse como un lastre, por lo que mermará todavía más su autoestima. También debes disfrutar en ciertos momentos y no centrar completamente tu vida en la recuperación de esa persona que quieres.