Hasta hace poco, el Carolina Reaper (o segador de Carolina) era el chile más picante del mundo e incluso fue incluído en el Libro Guiness de los Récords, hasta que casi por casualidad, un hombre ha descubierto uno nuevo que le supera en la escala Scoville, que mide el picante de los alimentos a través del contenido en capsaicina.

Su descubridor, Mike Smith. Un jardinero de Gales que se encontraba en busca de un árbol de chile estéticamente bonito, dueño de Tom Smith's Plants en el Reino Unido. Sin embargo, no recomienda a las personas que lo ingieran. El mismo reconoció en el Daily Post que lo tuvo que escupir a los 10 segundos por el tremendo calor que desprendía.

El recién descubierto Dragon's Breath ha desbancado con una puntuación de 2,48 millones de grados Scoville al Carolina Reaper, que queda un poco por debajo, con sólo 2,2 millones.

Cuando un temerario, como Smith, come un pimiento excepcionalmente picante, la primera sensación suele ser entumecimiento de la boca, según Paul Bosland, profesor de horticultura en la Universidad Estatal de Nuevo México y director del Instituto Chile Pepper. “Lo que sucede es que los receptores de la boca envían una señal al cerebro de que hay mucho dolor debido al intenso calor, por lo que éste produce endorfinas para bloquearlo”, dice el experto.

En algunos casos, comer un pimiento excepcionalmente picante como éste puede provocar un shock anafiláctico, quemaduras graves e incluso el cierre de las vías respiratorias de una persona, lo que puede ser mortal si no se trata.

Por suerte, Smith no tenía la intención de que Dragon's Breath formara parte de una comida. En cambio, lo cultivó para que pueda ser utilizado como un anestésico adormecedor tópico para las personas que son alérgicas a la anestesia normal.