Gabrielle Deydier es licenciada en Ciencias Políticas y Periodismo, y autora del libro “On Ne Naît Pas Grosse (Uno no nace gordo)”, que ha puesto el foco en las personas obesas y cómo sienten la discriminación. Un libro que ha revolucionado el país y ha sacado de golpe prejuicios, comentarios y experiencias horribles que la autora ha vivido y a las que quiere dar una voz.

No sólo por lo cruel de las situaciones, sino por cómo ha afectado a su salud, a su vida laboral, a su relación con la comida, cómo ha tenido enfermedades derivadas, cómo la alimentación era casi un castigo y cómo no sabía cómo actuar ni los médicos querían tratarla, no es que no supieran, es que no le daban la oportunidad.

La autora cuenta en el libro como en algunas situaciones en entrevistas de trabajo la despedían si no adelgazaba. Y fue despedida. Cómo la metieron en un aula de niños autistas y dijeron que ella también era discapacitada.

“Eso que molesta tanto a la gente es mi peso: 150 kilos por 1,53 metros. Después de haber sido despreciada durante años, he decidido escribir este libro porque no quiero disculparme más por existir”, explica Deydier en su libro.

“En España [donde pasó un año de Erasmus] esto no era un problema. Si alguien comentaba algo de mi aspecto solamente era para hacerme un cumplido. Pero en Francia, después de un par de minutos de conversación, me decían: ‘Pero, ¿por qué estás gorda? ¿Fue una decisión? ¿Es una enfermedad?”.

"Iba para tratar una otitis y me decían que me operara para perder peso".

Situaciones constantes de humillación, y que en Francia se pueden denunciar. Lo que ha hecho con su libro es poner el foco en la aparente abierta sociedad francesa, tan orgullosa, que se ha encontrado de narices con una realidad que no quiere ver: la obesidad existe, está ahí, no hay que ocultarla, sí entenderla y tratarla. La autora lo define como ‘gordofobia’, y parece llevar razón.

Algunos datos,

-el 16 % de la población adulta en Francia es obesa, en contraste con el 12 % hace ocho años.

-en Estados Unidos, el 36,5 % de la población adulta era obesa en 2014.