Hay días que te levantas según suena el despertador. Hay otros días que es imposible y suena una alarma tras otra. Y, en ocasiones, remolonear en la cama se convierte en un hábito casi obligado. Pero, ¿es bueno para nuestra salud?

Según este estudio de la Universidad Complutense de Madrid, los ritmos circadianos según vamos cumpliendo años van cambiando. Necesitas menos horas de sueño, es más difícil dormir ante cualquier estímulo. Es algo normal.

Por eso el remoloneo parece ser algo de los más jóvenes que, además, podría indicar una gran capacidad. Se habría demostrado que los alumnos que se duermen más tarde y les cuesta más despertarse, tienen una capacidad lógica más desarrollada. Se asociaría con una mayor reflexividad y la capacidad de pensar mejor. No levantarse al instante, como un autómata, sin pensar en lo que hay que hacer y sí hacerlo tranquilamente, pensando y analizando cómo hacer que el día vaya mejor parece ser muy positivo.

Según la experta en Ciencias Biológicas Blanca Márquez de Prado García, “los cambios en los ritmos circadianos de actividad motora debidos al envejecimiento son debidos a cambios en el núcleo supraquiasmático, ya que el ritmo circadiano de actividad motora depende del núcleo supraquiasmático de sueño”.