Deporte y Vida

RUNNING

Las zapatillas de running: conoce a tu aliado para evitar lesiones

Una buena zapatilla de running debe dar estabilidad, amortiguación, ligereza y seguridad al corredor, debe ser confortable y tener una buena reactividad.

0
Las zapatillas de running: conoce a tu aliado para evitar lesiones

Tan importante como una buena forma física, es un buena equipación deportiva. Si hablamos del mundo del running, tener un buen calzado es clave. ¿Sabemos cómo cuidar nuestras zapatillas? ¿Y cómo se han hecho? Preguntamos para Deporte y Vida a Lorenzo Lozano, Grass Root Coordinator de Skechers, quien nos ayuda a desvelar los secretos que esconde una zapatilla deportiva.

Para running, ¿en qué se piensa al hacer una zapatilla?

Hay tres características que se piensan a la hora de hacer una zapatilla en general: estabilidad, amortiguación y ligereza. Si hablamos de zapatillas de running, hay que tener en cuenta otros factores que se añaden a estos tres básicos. Entre las características principales que se buscan está antes que nada la seguridad del corredor. Además de esta característica, se busca que la zapatilla tenga una buena estabilidad, que sea confortable y que tenga una reactividad, factores clave a la hora de correr junto a la amortiguación.

La atleta Ainhoa Pinedo tiene en sus zapatillas un buen aliado.

¿Cada cuánto debemos cambiar de zapatilla?

No se puede poner una vida a la zapatilla de antemano. Va a depender mucho del uso (o falta de uso) que le demos a la zapatilla.

En la longevidad de una zapatilla va a haber factores determinantes que van a hacer que una zapatilla dure más o menos, como puede ser el peso, el terreno sobre el que se usa la zapatilla, el tipo de pisada o incluso la época del año. No es lo mismo utilizar una zapatilla en asfalto en verano, con temperaturas que pueden superar los 40 grados, o en un clima húmedo… Estos factores meteorológicos van a provocar que la zapatilla sufra unas condiciones que van a influir en su durabilidad.

Otra cosa que hay que tener en cuenta es que aunque no se use una zapatilla, el material de la suela va a perder propiedades precisamente por eso, por la falta de uso, por lo que la vida de la zapatilla será más corta.

¿Influye, como en los neumáticos de los coches, las estaciones?

Más que las estaciones, lo que va a influir son las condiciones meteorológicas. Hay que tener en cuenta las necesidades del pie en cada condición. En verano va a ser necesario contar con una zapatilla que tenga un upper de malla transpirable, mientras que en invierno o en climas más húmedos, será preferible usar un tejido de membrana que permita al pie transpirar pero sin que pase el frío o la lluvia.

Respecto a la suela, en climas más húmedos es preferible usar una que proporcione un mayor agarre al suelo. Cuanto más goma haya en la suela, el agarre será mayor.

La entresuela no varía respecto a las condiciones climáticas.

¿Un mal calcetín puede fastidiar un buen calzado?

¡Totalmente! Al igual que en el caso del upper, es muy importante que el material del calcetín permita que el pie transpire, ya que de no ser así se pueden generar molestias en el pie. Si el calcetín no se ajusta bien al pie pueden surgir molestias o incluso heridas y ampollas producto de la rozadura de las arrugas que se puedan formar en el calcetín.