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PSICOLOGÍA

El alcoholismo de Wayne Rooney y cómo dejar el fútbol le ayudaría

Los trastornos por consumo de alcohol están relacionados con el riesgo de protagonizar situaciones de violencia, accidentes de tráfico y aumenta la probabilidad de cometer un suicidio.

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El alcoholismo de Wayne Rooney y cómo dejar el fútbol le ayudaría
JASON CAIRNDUFF Action Images via Reuters

Hace unos días Wayne Rooney conducía bajo los efectos del alcohol. Fue detenido, pero no es algo nuevo. los problemas con el alcohol del jugador son una constante y su mujer, Coleen Mary Rooney ha pedido ayuda y ha dado la voz de alarma: si quiere salvar su matrimonio, estar cerca del bebé que esperan, y volver a jugar, tendrá que alejarse del fútbol un tiempo.

Parece un acto dramático, pero hace apenas unos días era Lady Gaga la que anunciaba que dejaba por estrés la música un tiempo, y no parece que Rooney pueda hacer esto solo, por lo que tanto su entrenador como su mujer parecen dispuestos a ayudarle a encontrar un equilibrio.

Preguntamos a la psicóloga Ana Villarrubia, experta en parejas, sobre esta situación. “Un patrón de consumo de alcohol que es abusivo y que se mantiene en el tiempo tiene consecuencias devastadoras para el ser humano. El alcoholismo acaba provocando un deterioro clícamele significativo no sólo de nuestro organismo, desde el punto de vista físico y más evidente, sino también de nuestra salud psicológica y de toda las áreas de vida y de funcionamiento que nos son relevantes y que forman parte de nuestro día a día”, nos cuenta.

“Las noticias más mediáticas que nos llegan de casos de alcoholismo en figuras públicas se suelen asociar con escándalos nocturnos y episodios de descontrol. Sin embargo, la realidad es que esas son solo las consecuencias más puntuales o incluso cortoplacistas. Desde el punto de vista psicológico, el deterioro asociado al abuso del alcohol atenta contra la identidad de la persona también, y principalmente en el largo plazo, incluyendo un importante o total deterioro en su rendimiento profesional, el descuido de sus actividades cotidianas, el abandono de sus relaciones sociales y de ocio, la merma de sus habilidades para la comunicación interpersonal, y el descuido absoluto de todo lo que tiene que ver con el ámbito familiar. Es por ello que, cuando hablamos de adultos, es habitualmente la pareja la primera en dar la voz de alarma. Cuando se ha construido una familia con la que se convive y con quien se comparte un proyecto de vida en común, el entorno familiar suele verse resentido incluso antes que el profesional”, afirma Villarrubia.

 “Además, los trastornos por consumo de alcohol están relacionados con un aumento significativo en el riesgo de protagonizar situaciones de violencia, exclusión social, desempleo, delincuencia, accidentes de tráfico e, incluso, aumenta la probabilidad de cometer un suicidio”.

“En caso de que se reúnan los requisitos para el diagnóstico clínico de un trastorno por consumo de alcohol, que son variados y que han de haberse manifestado por un plazo mínimo de 12 meses, es muy posible que la persona necesite prescindir temporalmente de sus obligaciones, actividades o responsabilidades habituales (incluyendo el trabajo, algunas rutinas, el manejo de su propio dinero…) para dedicarse a tiempo completo a un proceso terapéutico que, en un primer momento de la intervención, es el que organiza, dirige y pauta el conjunto de su vida. Tanto la persona como la propia familia -cuyo apoyo desde la pauta terapéutica es importante para facilitar el buen pronóstico del caso- se centran así al 100% en la recuperación del paciente”, nos cuenta para Deporte y Vida.

El entrenador del Everton, Ronald Koeman, y la directiva, están vigilando muy de cerca al jugador porque no quieren que siga siendo ejemplo negativo para la cantera.