Si entras en una tienda especializada en productos dietéticos o un herbolario, seguro que entre sus productos pueden ofrecerte cola de caballo. Aunque aún falta mucha investigación por llevar a cabo, parece que esta planta puede tener múltiples beneficios para la salud. De hecho, ya se usaba en la antigua Roma como remedio para curar algunas enfermedades como úlceras o tuberculosis.

¿Qué es y de dónde viene?

La cola de caballo es un miembro de la familia Equisetaceae; el único superviviente de una línea de plantas que se remonta 300 millones años. El nombre de "cola de caballo", de uso frecuente para todo el grupo, surgió porque las especies ramificadas se asemejan algo a la cola de un caballo.

Se puede encontrar principalmente en lugares húmedos, como pantanos, riveras, orillas de los ríos y lagos, siendo su distribución bastante diversa, ya que se puede encontrar en lugares tan remotos como Asia, Europa, África y América del Norte, especialmente en suelos arcillosos. Es una hierba perenne. No tiene un sistema de crecimiento anual, donde las plantas son mantenidas por los pequeños tubérculos y poseen un sistema extensivo de raíces rastrero que puede crecer en el suelo a grandes profundidades.

Beneficios de la cola de caballo: antioxidante y diurético

Aunque se usa incluso en la medicina para problemas articulares, menstruales, hepatitis o quemaduras y heridas, el principal beneficio que se le atribuye a esta planta es diurético. Así lo evidencia un estudio de 2014 en 36 hombres, en el que declaran que su uso es seguro y puede ayudarnos a perder líquidos, aunque resalta la necesidad de una mayor investigación sobre su posible uso en este aspecto.

Otra de las propiedades de la cola de caballo es su poder antioxidante. Un estudio publicado en Molecules sugiere que tiene algunos antioxidantes presentes en el vino, y posee fitoquímicos capaces de prevenir el crecimiento de las células cancerosas.

Asimismo, la cola de caballo tiene beneficios por su acción depurativa, es remineralizante, por lo que puede favorecer el cuidado de nuestros huesos, mejora el estado de la piel y las uñas, y posee un gran efecto anti-inflamatorio y cicatrizante, de ahí su uso en quemaduras y heridas. Ademas, el equiseto, componente de esta planta, es un buen reconstituyente para aquellos deportistas o personas que someten sus ligamentos a un exceso de trabajo.

Efectos secundarios

Su uso no se recomienda en personas con bajos níveles endógenos de potasio y tiamina, ya que la cola de caballo desciende también sus niveles en nuestro organismo. De igual forma, no se recomienda su uso por más de seis semanas, ya que puede irritar el tracto digestivo, en caso de haber ingerido alcohol en exceso, comidas picantes o momentos en los que hayamos consumido fármacos como la aspirina o un antiinflamatorio.