Deporte y Vida

RUNNING

No dudes más, en verano también puedes empezar a correr

Si eres capaz de engancharte a este deporte cuando más calor hace, la llegada del otoño te parecerá el paraíso y para el invierno serás un corredor más.

0
No dudes más, en verano también puedes empezar a correr

Si sigues dudando si el verano es o no una buena época para empezar a correr, termina de leer este texto y sal a la calle. Eso sí, antes mira la hora y la incidencia del sol porque no queremos que sufras ningún percance.

Lo bueno de empezar a correr ahora es que empiezas sabiendo a lo que te expones, no sólo físicamente por las altas temperaturas, sino también porque todos los que veas entrenando llevarán ya meses y otros tantos estarán planificando ya las primeras carreras grandes de septiembre.

Lo bueno de empezar a correr estos días de verano es que por fin has dado rienda suelta a ese run – run que tenías en la mente desde hace meses. Ahora que has bajado el ritmo en el trabajo, ahora es cuando puedes elegir si salir a correr de día, de noche, a primera hora o a última para probar cuál te gusta más y cuál te sienta mejor.

Porque como para todo, tenemos que tener tiempo para pensar en qué nos apetece, por qué hemos decidido lanzarnos a correr ahora, y qué es que lo estamos buscando. A lo mejor sólo quieres salir de casa un rato para pensar en ti. A lo mejor sólo quieres alejarte un rato de tus hijos para no volverte loco. Tal vez lo que quieras es saber si cambias de trabajo, de pareja, porque los cambios pequeños van siempre acompañados de cambios grandes. Y seguramente algo en tu cabeza te haya dicho que empieces con el cambio más pequeño, que en estos momentos es salir a correr.

Correr en verano nos servirá para preparar 'la vuelta al cole' con energía y mente renovada.

Nadie quiere que te pongas grandes límites, ni metas, ni nada, simplemente que disfrutes y te pruebes. Igual estás recordando una vieja lesión de colegio. O esa caída en la nieve de hace varios inviernos y que te ha dejado tocado. Todo es empezar. Y poco a poco.

Acude a un fisioterapeuta a que te vea. Si tienes tiempo, un chequeo será ideal para saber si tu cuerpo está adaptado para el cambio, porque empezar a correr va a cambiarte la vida.

Piensa que si superas la prueba de empezar a correr en verano, con todo el mundo de vacaciones, y el resto medio enfadados por volver a trabajar, habrás conseguido sentar las bases de un otoño lleno de posibilidades de mejora, y no sólo por el tiempo, sino a nivel físico. La caída de la hoja y el cambio de estación nos afecta a todos y estar realizando un deporte de manera constante nos beneficia.

Si sigues planteándote bajar a la calle a correr, pero no recuerdas ni por dónde empezar o por qué calles ir, a qué hora cierra el parque o si puedes acercarte al polideportivo, empieza por salir a caminar rápido y empieza a reconocer las zonas que tengas cerca de casa. Cuando menos te lo esperes, estarás trotando. Y seguro que los cambios que tu cuerpo y mente están buscando cuando llegue el otoño se habrán modificado.

Venga, que el verano es un momento perfecto para empezar a correr.