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Cómo el 'phubbing' puede arruinar tu relación de pareja

Hace referencia a estar más pendiente del móvil que de la persona con la que estamos en ese momento, una obsesión de la que no nos damos cuenta.

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Cómo el 'phubbing' puede arruinar tu relación de pareja

El “phubbing” (término formado a partir de las palabras inglesas phone y snubbing) consiste en el acto de menospreciar a quien nos acompaña al prestar más atención al móvil u otros aparatos electrónicos que a su persona. En Estados Unidosson muchas las plataformas virtuales que combaten activamente este hábito considerado de mala educación.

Sus argumentos aluden al protocolo más básico a la hora de sentarse a la mesa, como empezar a comer antes de que todos hayan sido servidos o coger comida del plato de otros comensales, y que por supuesto reprueba el acto de ignorar a quien tenemos al lado.

Pero, además, el ‘phubbing’ o síndrome del Smartphone, como también se le conoce, es consecuencia de un uso obsesivo o dependiente del teléfono móvil. Una práctica que también puede perjudicar la salud.

¿A quién no le han llorado los ojos por la noche teniendo la pantalla tan cerca y la habitación iluminada sólo por la luz? Una de las primeras consecuencias, por no hablar del dolor de cuello de un uso continuado, y las muñecas de teclear tanto.

El phubbing y la relación de pareja

¿Se acuesta siempre mirando el móvil?

¿Se levanta y mira el teléfono?

¿Se ríe de mensajes que le mandan pero no te los cuenta?

¿Tiene grupos de los que no te ha hablado?

¿Se hace fotos pero a ti no te las manda?

Puede que todas estas acciones no sean más que mantener su privacidad, contacto con amigos, grupos de compañeros, pero en ocasiones pueden ocultar algo más. Intenta que el móvil empiece ser un tercer comensal en la mesa antes que el primero.

Empieza por ser tú quien guarde antes el teléfono y siempre el último en sacarlo. De vez en cuando hazle ver la actitud con el teléfono, pero sin enfados ni críticas. Es una manera de avanzar y proteger tu relación sin que sea un enfado constante o una desconfianza, como nos han comentado varios psicólogos.