Hay días que nos levantamos de la cama ya con dolor de espalda. Ya sea por haber dormido mal, tensión acumulada, una mala postura, o porque estamos faltos de tono muscular, vamos a daros hoy varios consejos de ejercicio, entre otros, para evitar este malestar que nos puede estropear el día.

Ejercicios para el dolor de espalda

Uno de los ejercicios más efectivos que puede hacer es agarrarte de la parte posterior del hombro, lo cruzas delante de ti, rotas, y estiras. Te agarras el hombro, subes el brazo 45 grados, y te inclinas hacia el lado contrario del que quieras estirar. La cabeza acompaña ese giro, las piernas separadas un poquito. Es como si quisieras mirarte el talón contrario. Dos repeticiones por cada brazo serán suficiente; eso sí, aguantando en cada estirada unos 30 segundos. Esto lo repites todas las mañanas.

Un ejercicio clásico y que no pierde efectividad: el del gato. Te pones a cuatro patas, arqueas la espalda hacia arriba, y al revés, como si quisieras llevar el ombligo hacia abajo. La cabeza acompaña ambos movimientos, tanto arriba como hacia abajo.

Estos dos ejercicios son perfectos para mover la musculatura por la mañana.

La almohada

Es muy importante con la almohada es que estés cómodo. Hay que buscar una que respete la postura cuando estás tumbado de lado, la parte que no está pegada a la almohada no se estire demasiado y ya esté tirando, además de cerrar los espacios inter vertebrales pegados a la almohada. No es bueno, es una posición forzada.

Si la almohada es demasiado alta, pasa lo inverso, además la cabeza si es de componente viscolástico tu cabeza va a luchar todo el rato contra el rebote apretando digamos hacia la almohada.

Debe quedar en un ángulo cercano a 90 grados y cómodo.

El colchón

Si te hundes en el colchón, debes cambiarlo. Si cuando se tumba tu pareja, ruedas a su lado, debes cambiar el colchón.

Sueño

Lo más importante es dormir 8 horas. Nunca menos de 6 horas para que el descanso sea efectivo. Cuando vayas a dormir, debes estar tumbado (no valen sofás, por ejemplo) para que los discos intervertebrales puedan hidratarse en la medida de lo posible y evitar así la deshidratación temprana tan frecuente en nuestro tiempo.